La Fundación Asturiana de la Energía (FAEN) y Tresca Ingeniería celebraron la semana pasada una jornada en la Escuela de Minas de Oviedo en la que se analizaron los retos y oportunidades del hidrógeno en Asturias. Más de un centenar de participantes pudieron descubrir y conocer las inmensas posibilidades de este nuevo vector energético y reflexionar sobre su importancia para el futuro del Principado (y de España, en general) y de su industria.
De hecho, como puso de relieve Raúl Rodríguez, director comercial de Tresca Ingeniería, durante su ponencia, al contrario de lo que ocurre en el mapa geopolítico de la energía actual, España está muy bien posicionada en lo que a renovables se refiere, por lo que la apuesta por este tipo de energías ha de ser firme y, sobre todo, coordinada entre instituciones, empresas e industrias.
Las jornadas fueron inauguradas por la directora general de Minería y Energía, María Belarmina Díaz Aguado, quien recordando las palabras de Julio Verne en 1874 con las que adelantándose al futuro avanzó que “el agua será el carbón del futuro”, felicitó a los organizadores de una jornada de “altísimo nivel”, protagonizada por un elemento, el hidrógeno renovable, cuyo crecimiento será del 2000 por cien antes del 2050.
Se refirió asimismo al apoyo estratégico que se presta a sus distintos desarrollos tanto desde Europa como desde el gobierno de la nación, cifrando en 8.900 millones de euros los previstos como inversión para desarrollar proyectos en los más diversos ámbitos, desde la industria a sectores como el transporte de personas y mercancías.
Hidrógeno en Asturias
La directora añadió: “Impulsar la cadena de valor desde Asturias es clave por razones muy fundadas. Es limpio, evitando CO2 y gases invernadero, y España tiene un gran potencial en su producción a precio razonable. Es un vector energético de primera magnitud, por lo que el papel de las empresas energéticas va a ser clave y permitirá la descarbonización en la industria”.
A su juicio es igualmente importante por las oportunidades que abre para la diversificación del tejido empresarial astur, en sectores muy distintos.
“Asturias además tiene un grandísimo potencial de consumo, de ahí la importancia de alcanzar una estrategia de consenso para ponerlo en valor como pieza clave para la transición energética en una región, con infraestructuras claves como sus puertos, en la que hay necesidad de consumo y capacidad de almacenamiento. Una región que se convierta realmente en un gran valle de hidrógeno, como se persigue desde la Mesa Regional del Hidrógeno, impulsada por la Dirección General de Energía y minería y coordinada por la Fundación Asturiana de la Energía, que agrupa a más de 34 empresas y entidades”.
Belarmina Díaz valoró especialmente los 20 proyectos reales y ya tangibles que forman el Recode, con casi 600 megavatios de electrolizadores y que suponen una producción de más de 35.000 toneladas de Hidrógeno. “Es el momento oportuno, no hay obstáculos, sino voluntades.”
Díaz Aguado estuvo acompañada durante el acto de inauguración por Francisco Javier Iglesias Rodríguez, Director de la Escuela de Ingeniería de Minas y Francisco Carro de Lorenzo, Director General de Tresca Ingeniería.