El hidrógeno es uno de los pilares de la segunda parte del paquete climático Fit for 55 de la Comisión Europea. El mismo incluirá medidas para sentar las bases de las normas regulatorias del mercado del hidrógeno y equipararlo al del gas natural. En todo caso, las reglas se establecerán ‘progresivamente’ hasta 2030 para ‘no caer en la sobrerregulación’.
Entre las definiciones más importantes: habrá una separación entre productores y comercializadores; asimismo, no podrá haber un mismo operador para gas e hidrógeno, es decir, deberán ser empresas diferentes.
Igualmente, el paquete fijará una regulación para las tarifas de hidrógeno. Sin embargo, las fuentes europeas señalan que las reglas se irán estableciendo progresivamente hasta 2030. En esa línea, fuentes de la Comisión Europea indican:
“El hidrógeno es un mercado emergente. No queremos sobrerregular para no frenar la expansión del hidrógeno, pero se debe dar una certidumbre a los inversores”.
Recordemos que son muchas las grandes compañías que tienen proyectos importantes relacionados con el hidrógeno. A modo de ejemplo: Acciona, Endesa, Iberdrola, Cepsa o Repsol.
La Comisión adoptará las medidas este martes y luego pasarán a negociarse en el Parlamento y Consejo Europeo. El proceso puede alargarse entre uno y dos años.
La Comisión Europea y el hidrógeno
La segunda parte del paquete climático de la Comisión Europea también recogerá medidas para facilitar la integración del hidrógeno y del gas renovable en las infraestructuras de gas existentes.
Además, contempla descuentos en las tarifas de transporte, para pasar el gas de un estado a otro y para utilizar terminales de gasificación. La idea de Bruselas es la de favorecer la competitividad de estos nuevos gases renovables frente al gas natural.
Según fuentes comunitarias:
“Nuestra idea es que el gas continuará en el tiempo. Sin embargo, queremos descarbonizar el sistema y no queremos que en el futuro haya gas natural, sino gas renovable o de bajas emisiones. También que el sistema gasístico no se base solo en las grandes empresas y que se dé cabida a otros competidores”.
Igualmente, la Comisión Europea quiere conseguir una infraestructura energética más integrada y coordinada. Así, se podrá consumir electricidad, gas o hidrógeno cuando más interese. Concretamente, persiguen que existan más enlaces entre los tres sistemas.
La Comisión también propondrá: extrapolar los artículos que protegen al consumidor eléctrico a los clientes del gas e hidrógeno; reforzar los artículos sobre solidaridad de suministro entre los Estados miembro; y legislar sobre los ciberataques al sistema gasístico.
Por primera vez en Europa: se obligará a las empresas importadoras de petróleo, gas o carbón que identifiquen posibles fugas de metano en el Viejo Continente; y a que las reparen en el menor tiempo posible.
Asimismo, todo importador de combustibles fósiles tendrá que dar cuenta al ciudadano de cuál es el país de origen. Incluso si este tiene reglas climáticas similares a las europeas.
Fit for 55
El paquete Fit for 55 se presentó en julio con medidas interrelacionadas y complementarias para alcanzar los objetivos climáticos de la UE: reducir las emisiones un 55% para 2030 respecto a 1990 y la neutralidad en carbono para 2050.
Entre las medidas, figuran: la propuesta de reglamento sobre un mecanismo de ajuste de carbono en frontera; así como los estándares de emisiones de CO2 para turismos y vehículos comerciales ligeros, con el fin de que estos emitan un 55% menos en 2030 y sean cero emisiones a partir de 2035.
FUENTE: The Objective.