Enagás ha anunciado que abandona el proyecto tripartito Win4H2 con Naturgy y Exolum. Dicho proyecto persigue la construcción de una red de 50 hidrogeneras en España. La decisión llega tras el informe de la Comisión Europea, que han visto conflicto de intereses en la empresa semipública.
Desde hace meses, la Comisión ha evaluado las actividades de Enagás. Finalmente, ha concluido que su participación en el negocio de producción de hidrógeno verde debe tener unos límites. Desde Bruselas han dejado claro que había un conflicto de intereses en estas actividades de la compañía.
La empresa, en línea con la descarbonización, se ha embargado en una treintena de proyectos de generación de hidrógeno verde. Sin embargo, para Enagás, que ya contaba con un informe de la CNMC, la participación está vetada.
Fue precisamente la CNMC la que cuestionó por primera vez lo adecuado de la participación de Enagás en las plantas de biogás. En el centro del problema se encuentra la condición de la energética de gestor técnico del sistema gasista, es decir, TSO (Transmission System Operator).
La actual normativa comunitaria es implacable sobre la división de actividades de estos operadores. No permite la diversificación de negocios a aquellos grupos que ejercen dicha función, como Enagás. Es lo mismo que ocurre con Redeia, antigua Red Eléctrica.
Enagás y la consulta de la Comisión
Tanto Enagás como la propia Redeia presentaron comentarios a la consulta pública de la Comisión Europea a comienzos de verano sobre: el ‘Paquete de Descarbonización del Mercado de Hidrógeno y Gas’.
Enagás dejaba claro que las limitaciones actuales de los TSO suponen un freno al desarrollo de los combustibles limpios. Y, además, obligan al sector a renunciar al know how de referentes internacionales con una larga trayectoria en este campo.
En todo caso, el debate no ha finalizado. Es posible que los operadores logren una flexibilización de la norma.
Para Enagás, el desarrollo de gases renovables sigue siendo una actividad estratégica. Según su hoja de ruta hasta 2030, la compañía gasista tenía prevista una inversión de 700 millones en hidrógeno verde: 235 millones hasta 2026 y otros 455 millones hasta 2030. Mientras espera que Europa valore la cuestión, Enagás ha tenido que revisar buena parte de sus alianzas para impulsar esta línea de negocio.
Win4H2
Enagás, Naturgy y Exolum lanzaron una alianza, Win4H2, en septiembre del año pasado. Entonces se encontraban diseñando la primera ruta que permitirá suministrar el gas renovable en Madrid, Valencia y Murcia. Y, además, la forma de conectarlas a través de un corredor de hidrógeno.
El proyecto continúa, a pesar de la salida de Enagás, y con el foco puesto en el transporte pesado. Fuentes oficiales de Enagás han confirmado a La Información el paso a un lado de la compañía en el Win4H2. Además, enmarcan la decisión en un proceso ordinario de revisión estratégica.
Pero Win4H2 no es el único proyecto en el que se ha embarcado Enagás, en relación con el hidrógeno verde. En un primer momento, la gasista canalizó su participación a través de sociedades satélite distintas a la matriz. En el caso de su extinta alianza con Naturgy y Exolum, lo hizo a través de su filial Scale Gas.
Pero la Comisión Europea tumbó esta vía hace unos meses. El Ejecutivo comunitario decidió supeditar la certificación de Enagás a la renuncia de la compañía -y de cualquiera de sus filiales- a sentarse en el consejo de este tipo de sociedades dedicadas a la producción de hidrógeno verde. Asimismo, vetó a Enagás para ejercer ningún derecho de voto en las mismas.
Por su parte, la compañía ha cambiado de estrategia, redirigiendo su esfuerzo inversor hacia las infraestructuras de gas natural. Recordemos, en todo caso, que estas instalaciones pueden convertirse en las próximas vías de suministro del hidrógeno verde.
FUENTE: La Información.