El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) publica una orden ministerial en el BOE pora la que se establece un nuevo mecanismo de fomento de biocarburantes y combustibles renovables en el transporte, entre los que se prioriza el uso de hidrógeno verde. 

Con el objetivo de lograr una mayor penetración de las renovables en el transporte para 2030, la orden incluye por primera vez a los sectores de aviación y navegación, biogás, hidrógeno y otros combustibles renovables, priorizados estos últimos en el transporte por carretera en detrimento de los biocarburantes tradicionales.

Hidrógeno verde en el transporte

La energía renovable debe suponer un mínimo del 29% de la demanda del transporte final en 2030, según la hoja de ruta de la Unión Europea. En nuestro país, para cumplir este objetivo, el ordenamiento fija que el porcentaje debe ser del 12% para 2026.

En este sentido, los grandes operadores están obligados a implementar biocarburantes de forma proporcional a las ventas, enfrentándose a una compensación económica en caso de no cumplir los objetivos.

Por otro lado, la orden publicada no modifica la hoja de ruta de penetración de los biocombustibles, sino que se limita a potenciar la entrada de energías renovables en el transporte.

Novedades frente a la navegación, aviación e hidrógeno

La normativa establece que, a partir de 2025, el biogás, el hidrógeno y los combustibles renovables de origen no biológico (RFNBO, por sus siglas en inglés) podrán sumar en el cálculo de cumplimiento de objetivos. También se computará al biodiésel y el biodiésel. Sin embargo, cada unidad energética de los primeros puesta en el mercado contará como el doble respecto a los segundos.

A partir de 2024, los sectores de la aviación y la navegación, además del transporte en carretera, se incluirán en los cálculos de los objetivos europeos. Sin embargo, es importante destacar que cada unidad energética consumida en aire o mar tendrá un multiplicador de 1,2 frente a la que se consuma en tierra. Así, se busca potenciar el consumo de energía renovable en aquellos sectores de difícil descarbonización.

De igual manera, las medidas se dirigirán al fomento de la producción de combustibles de aviación sostenible (SAF), del que se esperan 1,6 millones de toneladas para 2030. Además, el metanol verde para buques también tendrá su espacio.

Para finalizar, la orden establece que, a partir de 2025, no se podrán cumplir objetivos de energía limpia en el transporte haciendo uso de biocombustibles obtenidos a partir de materias primas con alto riesgo de cambio de uso de la tierra (ILUC, por sus siglas en inglés).

 

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