La apuesta por el hidrógeno verde parece no estar siendo compartida por todos los sectores involucrados en Alemania. No en vano, la asociación alemana de gas y agua DVGW ha advertido en una conferencia que el hidrógeno renovable y bajo en carbono podría quedarse atrás como consecuencia de la indecisión regulatoria y política.
Según informa la asociación, una encuesta realizada a todas las partes interesadas en el hidrógeno en Alemania arroja que existe el temor a que la transición del gas natural al hidrógeno renovable se vaya a desacelerar.
En este contexto, durante el congreso anual de DVGW, los oradores coincidieron en demandar una acción gubernamental más decidida, eliminando la burocracia a fin de acabar con las dudas sobre los altos costes y la poca disponibilidad del hidrógeno verde.
Los objetivos de Alemania en materia de hidrógeno verde
El Gobierno nacional alemán establece hasta la fecha un objetivo de 10 GW de electrólisis de hidrógeno verde para 2040. Además, establece una serie de medidas relacionadas con las emisiones, el transporte, los mercados mayoristas y el almacenamiento. El objetivo final es beneficiarse de las ventajas del hidrógeno verde en el consumo energético y garantizar la competitividad a largo plazo de las industrias alemanas.
Sin embargo, desde la asociación alemana ponen de manifiesto que, de no mantenerse un impulso estable al hidrógeno verde y bajo en carbono, se socavaría la confianza de las industrias y se elevarían los costes de la energía, prologándose el uso de carbón, petróleo y gas para la generación energética.
Alemania deberá importar hidrógeno renovable
Para 2030, Alemania espera una demanda de importación de hidrógeno de entre 45 y 90 TWh anuales. Estas cifras corresponden con algo menos de la mitad de la producción nacional proyectada, por lo que el peso de las importaciones podría ser realmente significativo. La Estrategia Nacional del Hidrógeno del Gobierno establece una capacidad de electrolisis de 5 GW en 2030 y de 10 GW en 2040.
En este sentido, gran parte del hidrógeno verde podría llegar a través de la vasta red de gasoductos de gas natural establecida desde Túnez, que conecta con Europa la producción de gas del norte de África. En este escenario también podría irrumpir la Península Ibérica, que podría aportar 11 TWh desde Portugal y 32 TWh desde España.
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