El hidrógeno, un derivado del agua, se presenta como una solución energética prometedora para el futuro. A pesar de más de un siglo de avances tecnológicos, los combustibles fósiles siguen dominando el panorama, debido a su eficiencia y a la dificultad de crear un nuevo ecosistema energético que sea sostenible. En este contexto, algunos organismos, como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el Tribunal de Cuentas Europeo, han expresado sus dudas sobre la viabilidad económica del hidrógeno verde, cuestionando la relación entre su alto coste y los posibles beneficios.

No obstante, España ha decidido aumentar su apuesta, incrementando significativamente sus objetivos para los próximos seis años. En la actualidad, es el país que lidera la carrera hacia la adopción del hidrógeno verde, habiendo presentado 46 de los 132 proyectos financiados por el Banco Europeo de Hidrógeno. Entre las empresas que han decidido apostar por esta energía se encuentran gigantes como Cepsa, Iberdrola, Enagás, Endesa, Naturgy y Repsol.

Impulso del Gobierno al hidrógeno verde

El Gobierno español ha reforzado su compromiso con el hidrógeno verde mediante la reciente actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Este documento propone aumentar la capacidad instalada de electrolisis, una tecnología que permite producir hidrógeno verde a partir de energías renovables, hasta alcanzar los 11 gigavatios (GW) en 2030. Este ambicioso objetivo es fundamental para alcanzar la descarbonización completa de la economía española en 2050.

hidrógeno

El plan inicial sólo contemplaba una meta de 4 GW, pero la creciente relevancia de este combustible limpio ha llevado a un replanteamiento de los objetivos nacionales. La Asociación Española del Hidrógeno (AEH2) también ha validado 139 proyectos viables, ajustándose con los proyectos de Enagás. Esta empresa prevé una capacidad instalada de 13,4 GW y un consumo interno de un millón de toneladas anuales de hidrógeno renovable para 2030.

Sin embargo, a nivel mundial, la demanda de hidrógeno apenas creció un 2,5% en 2023, alcanzando los 97 millones de toneladas. La mayoría de esta demanda se encuentra en las industrias químicas y de refinación, donde el hidrógeno gris (producido a partir de combustibles fósiles) sigue siendo ampliamente utilizado para crear combustibles que, aunque etiquetados como sostenibles, no logran un impacto ambiental positivo completo.

España como líder estratégico en hidrógeno verde

El Gobierno español ve en el hidrógeno verde una oportunidad única para posicionar a España como un líder europeo en energías renovables. Enagás, empresa clave en este esfuerzo, confía en que la península ibérica se convierta en un importante hub de exportación hacia Europa. Uno de los pilares de esta estrategia es el Corredor Ibérico del Hidrógeno (H2Med), un proyecto de infraestructura que facilitará su transporte desde España al resto del continente para 2030.

El precio del hidrógeno verde supera las expectativas iniciales

El H2Med, gestionado por Enagás, incluye la construcción de un hidroducto de 248 kilómetros que conectará Portugal y España, y una tubería submarina de 450 kilómetros que enlazará Barcelona con Fos-sur-Mer, cerca de Marsella, Francia. Este ambicioso proyecto cuenta con una inversión prevista de 2.500 millones de euros y será fundamental para la exportación al norte de Europa.

La Unión Europea ha fijado el objetivo de producir 10 millones de toneladas anuales de hidrógeno verde para 2030. También ha aprobado una financiación de 1.200 millones de euros para apoyar el desarrollo de plantas en España con una capacidad de al menos 100 megavatios. Estas ayudas impulsarán la creación de «valles del hidrógeno» en diferentes zonas del país, promoviendo el crecimiento de esta emergente industria.

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