La ciudad de Vigo avanza en la transformación hacia un modelo más sostenible, promoviendo prácticas industriales limpias y la reducción de emisiones de carbono en diferentes sectores, incluyendo el de transporte. Gracias al proyecto de una nueva planta de hidrógeno verde, liderado por el Consorcio de la Zona Franca de Vigo, la transición ecológica en Galicia toma impulso, estando la primera fase programada para completarse a comienzos de 2025.
En esta fase inicial, se instalarán paneles solares que cubrirán 15.000 m² en el techo de la terminal de Bouzas, generando una capacidad de 3,8 GWh anuales. Esta producción de energía renovable superará las necesidades actuales del polígono industrial, que actualmente consume alrededor de 3,2 GWh al año.
El proyecto, con una inversión total de 7,3 millones de euros, destina aproximadamente 3 millones para la infraestructura de producción de hidrógeno y la construcción de una estación de servicio. Otros 3 millones están asignados a la instalación fotovoltaica, mientras que el monto restante cubre los costes de obra civil, gestión de residuos, seguridad, control de calidad, y mantenimiento general de las instalaciones durante los próximos cinco años.
Instalación de la planta de hidrógeno de Bouzas
Al completar este primer avance hacia la transición energética, el siguiente paso será iniciar la construcción de la planta de hidrógeno en sí. Esta instalación generará hidrógeno mediante un proceso de electrolisis del agua, el cual utiliza únicamente electricidad y agua. La electricidad necesaria se obtendrá de la energía solar producida por los paneles previamente instalados, mientras que el agua provendrá de un depósito de 70 m³, además de fuentes de agua reciclada de otras actividades en la zona.
“Es la garantía del medioambiente, de la competitividad y de la industria del futuro. Vigo está con el Hidrógeno Verde”, ha comentado el alcalde Abel Caballero. También el delegado de la Zona Franca de Vigo, David Regades, ha indicado que este proyecto es “uno de los elementos clave de un futuro energético renovable”.
“Su potencial como eje de una economía concreta se materializa en nuestro parque empresarial, un ecosistema estructurado para facilitar la producción y consumo de este vector energético, con el objetivo de mantener su uso en la industria y de potenciar el alcance a ámbitos como el transporte, la actividad institucional o la ciudadanía”, ha asegurado Regades.
Hidrógeno verde para la movilidad urbana
El hidrógeno verde generado en esta planta estará destinado principalmente a impulsar el transporte urbano y a reemplazar los combustibles fósiles en ciertas actividades industriales. De este modo, las empresas que hoy dependen de combustibles tradicionales reducirán sus emisiones contaminantes, promoviendo un menor impacto ambiental y una menor dependencia de fuentes no renovables.
En otras palabras, los vehículos que anteriormente emitían gases contaminantes ahora sólo liberarán vapor de agua, contribuyendo a mejorar la calidad del aire y sirviendo como un punto de partida para futuras iniciativas ecológicas.
Además de producir hidrógeno verde, el proyecto contempla su almacenamiento prolongado y su distribución a través de una estación de servicio, permitiendo un suministro continuo para satisfacer las necesidades de movilidad y otros sectores.