ArcelorMittal ha anunciado la suspensión de proyectos relacionados con instalaciones de reducción directa del mineral de hierro (DRI). Con una instalación de este tipo proyectada en Gijón, y para la que la compañía había recibido ya una subvención del Gobierno de España por valor de 450 millones de euros, ArcelorMittal considera ahora que no se dan las condiciones para invertir en este tipo de instalaciones. 

Anteriormente, la compañía había anunciado su intención de invertir en estos complejos, en los que se iba a llevar a cabo la reducción directa del mineral de hierro junto a hornos de arco eléctrico, plenamente compatibles con el uso de hidrógeno verde. 

No obstante, la realización de estos proyectos se basaba, según apunta la compañía, en la premisa de una combinación favorable en el plano político, tecnológico y de mercado, que facilitaría las inversiones en descarbonización. En este contexto, se incluía la posibilidad de utilizar gas natural hasta que el hidrógeno verde resultase viable en el plano económico.

Lento avance del hidrógeno verde

Según señala la empresa en un comunicado, los entornos político, energético y de mercado no han avanzado en una dirección correcta en Europa. Además, la evolución en torno al hidrógeno verde para que se constituya como una fuente de energía viable está avanzando de manera «sumamente lenta» y la producción de prerreducidos de hierro basada en el uso del gas natural en Europa «aún no resulta competitiva como solución provisional.»

Por otro lado, la compañía señala que el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM, por sus siglas en inglés) presenta importantes deficiencias, por lo que es preciso reforzar las medidas de protección comercial en respuesta al aumento de las importaciones provocado por la sobrecapacidad de producción en China. Además, existe limitada disposición por parte de los clientes a asumir un sobrecoste por la compra de acero con bajas emisiones de carbono.

ArcelorMittal reclama claridad regulatorias

Con todo ello, la compañía apunta que, antes de adoptar decisiones finales de inversión es necesario disponer de plena viabilidad respecto al entorno político, que es responsable de asegurar que la producción siderúrgica con mayores costes pueda ser competitiva en Europa, a falta de la aplicación de un precio al carbono a escala global.

Por último, la compañía ha asegurado que, a largo plazo, mantiene su compromiso con todas las tecnologías viables para impulsar la transición del proceso siderúrgico hasta lograr niveles de emisiones casi nulo. Entre ellas, se incluyen la tecnología de captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS, por sus siglas en inglés) y el hidrógeno verde aunque, según afirman, es probable que estas tecnologías no tengan un efecto significativo hasta después de 2030. 

Aditya Mittal, CEO de ArcelorMittal, ha declarado: «Confío en que se introducirán nuevas políticas que favorezcan una transición más rápida. El Plan Industrial del Pacto Verde y el Plan de Acción para el Sector Siderúrgico y Metalúrgico, y la legislación que se derive de los mismos, serán importantes, como también lo será un marco normativo que estimule la demanda. Aunque efectivamente tenemos clientes que desean utilizar acero con bajas emisiones de carbono, aquellos que están dispuestos a pagar un sobrecoste por ello son realmente una minoría.»

Te puede interesar