Lhyfe, compañía productora de hidrógeno verde, colaborará en un proyecto de almacenamiento de hidrógeno en cuevas de sal. Se trata de una práctica que ya se lleva a cabo en España.
Para ello, la compañía ha entregado 350 kilos de hidrógeno verde a la empresa especializada en gas natural Géométhane, que ha sido la encargada de probar la inyección del gas renovable en las cavernas de sal de sus instalaciones en Manosque, al sur de Francia.
El proceso de inyección de hidrógeno, completado en un día, va a convertirse en un hito clave para un proyecto existente en la región cuyo objetivo es descarbonizar el consumo de energía del polígono industrial de Marsella-Fos-Sur-Mer, también en el sur de Francia. Para este propósito, está previsto la utilización de grandes cantidades de hidrógeno verde.
Con todo ello, Géométhane, que ya almacena gas natural en cuevas de sal, quiere hacer pruebas sobre la viabilidad de la inyección de hidrógeno en esas mismas cuevas. El objetivo es comprobar cómo se comporta el hidrógeno. Por ahora, el hidrógeno se ha inyectado en el sistema de gas natural, llegando hasta un pozo de almacenamiento, donde se quedará en observación por varias semanas antes de ser extraído y analizado.
Las cavernas de sal están comenzando a posicionarse como emplazamientos adecuados para los almacenamientos subterráneos de hidrógeno puro. Esto se debe a su baja permeabilidad, lo que garantiza una mínima pérdida de hidrógeno y la reducción de riesgos de que se contamine con impurezas del entorno.
Además, este tipo de almacenamiento podrá contribuir a la independencia energética local, ya que equilibrará la producción con el uso de las distintas fuentes de energía. Esto se logra extrayendo el hdirógeno a demanda para hacer frente a picos de consumo, También podrá reinyectarse con el objetivo de almacenar el excedente de energía suministrado por las centrales nucleares y las energías renovables en momentos de menor consumo.
Matthieu Guesné, Fundador y director general de Lhyfe: «Estamos orgullosos de contribuir a este proyecto que demuestra el alcance de las posibilidades que ofrece el hidrógeno, no sólo en términos de descarbonización de la movilidad y la industria, sino también en términos de almacenamiento de energía, que es un componente necesario de nuestra independencia energética. A medida que aumente el número de instalaciones que produzcan hidrógeno verde, la cuestión del almacenamiento será fundamental. El uso de cuevas de sal es una opción seria que se está considerando en toda Europa. Este proyecto proporcionará los primeros datos al respecto».
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