Diversos planes energéticos en Burgos están supeditados a que la ruta final de los hidroductos que cruzarán la Península Ibérica incluya a la provincia y enlacen con sus principales polos industriales. Sin embargo, la decisión definitiva recae en el Gobierno.
El sector del hidrógeno ha comunicado, hasta ahora, compromisos de inversión que superan los 620 millones de euros en Burgos, lo que subraya la relevancia de esta provincia de Castilla y León en el futuro de la economía basada en el hidrógeno verde. Este papel estratégico podría fortalecerse, o bien perder impulso, en función de la relevancia que la provincia de Burgos tenga en el diseño final de la Red Troncal del Hidrógeno en España.
El desenlace de este asunto se conocerá en las próximas semanas de otoño, cuando se sepa si el Ejecutivo opta por incluir a Burgos en el trazado de los hidroductos, una provincia ya consolidada como líder en energía eólica.
Los recientes avances en el ámbito del hidrógeno generan un panorama alentador, ya que, incluso antes de que Enagás defina el trazado oficial, ya se han iniciado proyectos millonarios en la provincia de Burgos. Varios de estos desarrollos, financiados parcialmente por los fondos europeos, están en etapas avanzadas de tramitación y ejecución, lo que refuerza la posición estratégica de la región en este sector.
Sin embargo, existen otras iniciativas que aún permanecen en fase de espera, a la espera de que Madrid y Bruselas definan su hoja de ruta energética para los próximos años, concretamente hacia 2030 y 2040.
Hasta el momento, la mayor parte de las inversiones anunciadas se han dirigido a plantas que producen hidrógeno mediante electrólisis utilizando energía renovable, principalmente eólica y solar. Paralelamente, se están realizando esfuerzos significativos en el ámbito de la investigación, tanto en el sector empresarial como en colaboración con la Universidad.
El proyecto más destacado en la provincia es la planta de hidrógeno y amoníaco que Sener está construyendo en el polígono industrial de Villalonquéjar. Esta instalación ya cuenta con la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) emitida por la Junta en agosto pasado, y ha recibido 8,8 millones de euros en fondos europeos. Según los planes de la empresa, su puesta en marcha está prevista para este mismo año.
La inversión total asciende a 150 millones de euros, con el objetivo de alcanzar una capacidad de 60 megavatios (MW) de electrólisis. Esta producción estará destinada tanto a la generación de amoniaco verde para la industria como de hidrógeno, que se utilizará como combustible en una estación de servicio especializada para camiones, autobuses y vehículos ligeros de transporte.
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