Cepsa anunciaba el viernes la paralización de sus inversiones en nuevos proyectos de hidrógeno verde en España a causa de la incertidumbre regulatoria y fiscal. En concreto, la compañía, la segunda petrolera del país, contempla la posibilidad de que el impuesto extraordinario a las energéticas se convierta en un gravamen permanente. Por ello, valoran dar prioridad a los proyectos internacionales.

Europa Press recogía la información de fuentes de la compañía, que indicaban que, de materializarse el nuevo impuesto permanente, se provocaría un efecto muy relevante de forma directa sobre la rentabilidad de los proyectos de hidrógeno. De este modo, ralentizarían las inversiones previstas en España y priorizarían proyectos en otros países.

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Los proyectos internacionales de Cepsa podrían verse beneficiados

En España, el proyecto insignia de Cepsa es el Valle Andaluz del Hidrógeno verde, llamado a ser uno de los mayores centros de producción de hidrógeno verde en Europa. El gas limpio producido aquí será destinado para sectores difíciles de electrificar como la industria, el transporte marítimo y terrestre pesado y la aviación. Además, el proyecto posicionaría a nuestro país como exportador de energía limpia.

Con una inversión prevista de 3.000 millones de euros y la creación de 10.000 puestos de trabajo, Cepsa planea utilizar electricidad limpia y aguas residuales en la producción de hidrógeno, con el objetivo de reducir el consumo de agua dulce.

No obstante, pese a la decisión de Cepsa, las fuentes de la compañía admiten que el plan estratégico de Cepsa no puede pararse, dado que el objetivo que se impone es lograr más del 50% del beneficio procedente de actividades de energía sostenible para 2030. 

Aunque el plan de Cepsa en España no sea reversible, el diario Expansión avanzaba el viernes que la compañía ya pone el foco sobre posibles proyectos en Argelia, Marruecos, Brasil y Estados Unidos. En estos países, la compañía pisará el acelerador en caso de que se liberen recursos inicialmente destinados a España por el denominado ‘impuestazo’.

Peligro para las inversiones en España

La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), patronal de las grandes petroleras que aglomera a Cepsa, Repsol, Galp, bp y Disa, entre otras, mostró su rechazo el pasado jueves al impuesto permanente al sector energético. Desde AOP advirtieron que este impuesto desalienta las inversiones en el país y pone en riesgo los 16.000 millones de euros que el sector pretende afrontar con vistas a su descarbonización para 2030.

En este sentido, Repsol anunciaba la semana pasada una nueva inversión de 15 millones de euros en un proyecto de producción de hidrógeno verde en su complejo industrial situado en Sines, Portugal. La compañía ya dejó clara hace un año su intención de congelar sus inversiones en algunos proyectos en territorio español hasta conseguir unas condiciones regulatorias favorables para obtener rentabilidad. Así, Portugal podría ser uno de los países que Repsol fijaría como prioridad en materia de hidrógeno verde. Con ello, la energética deja en el aire cerca de 15.000 millones de euros en España. 

 

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