El concreto, un material de construcción crucial, ha visto un aumento récord en sus niveles de producción y uso. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, 2022 fue un año récord para la producción de cemento, y aunque los niveles disminuyeron ligeramente a principios de 2023, la demanda sigue siendo altísima.
Aunque el hormigón es un material más sostenible que otros utilizados en la construcción, es contaminante, y la escala a la que se produce origina importantes emisiones. Por ello, se hace necesario que el material sea más sostenible tanto en su producción como en su uso. Es aquí donde el hidrógeno tiene algo que decir.
Aditivos, clave de la resistencia del hormigón
La resistencia y el uso final del hormigón radican en sus aditivos. Frecuentemente compuesto por un material agregado unido con cemento, el tipo de cemento y el tipo de agregado definen las características finales. Según el MIT, el hidrógeno puede ser utilizado en la producción de concreto de forma beneficiosa.
Uno de los materiales que más interés despierta es el hidrato de silicio de calcio, una sustancia que, como su nombre indica, utiliza hidrógeno. A través de su inclusión, el concreto producido puede ser más fuerte, requiriendo menos volumen para la construcción, Además, el hidrato de silicio de calcio ayuda a solidificar más rápidamente el concreto, acelerando los procesos de construcción y reduciendo las emisiones.
Reducción de la cantidad de clínker
Un componente clave del concreto es el clínker, un material intermediario en la creación del cemento que luego es una parte constituyente en la producción de concreto. Según Commodity Inside, los nuevos métodos de producción utilizan hidrógeno en el ciclo de producción para reducir la cantidad de clínker requerido.
Como resultado, se reducen las emisiones hasta en un 50% durante todo el ciclo de cemento.
Utilización del hidrógeno en la industria
Según Specify Concrete, existe la posibilidad de que los hornos industriales funcionen con hidrógeno. En una industria que, generalmente, requiere de combustibles fósiles para operar dadas las altas temperaturas alcanzadas en los hornos, el uso de hidrógeno verde podría reducir notablemente las emisiones.
Por ello, si se pudieran establecer cadenas de suministro sostenibles para producir ese hidrógeno y minimizar sus propias emisiones, la producción de concreto tendría un futuro brillante por delante.
No hay que olvidar que la construcción siempre está en movimiento dado el aumento de población que registra nuestro planeta, por lo que siempre se requiere de más infraestructura o infraestructura renovada. Los países habrán de enfrentarse tarde o temprano al reto que supone la transición de la construcción hacia un proceso más sostenible.
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