Imagen: Expansión
En los últimos años, el hidrógeno se ha convertido en un pilar fundamental en el proceso de descarbonización de la economía global. En el contexto europeo, las estrictas normativas medioambientales han intensificado la necesidad de transformar radicalmente sectores industriales y económicos, con el fin de cumplir los exigentes objetivos de sostenibilidad. Dentro de esta transformación, el hidrógeno se posiciona como un elemento fundamental para alcanzar un futuro libre de carbono.
Este mensaje fue el que remarcaron la semana pasada Antonio González, vicepresidente de la Asociación Española del Hidrógeno; José Luis Gil, director general de Gases Renovables en Naturgy, y Jesús Gil, responsable del área de hidrógeno en Enagás. Y lo hicieron durante su participación en la segunda jornada del evento EXPANSIÓN GreenWorld & Sustainability.
Los tres especialistas coincidieron en que el desarrollo del hidrógeno ha experimentado un crecimiento vertiginoso en los últimos cinco años. Así mismo, subrayaron que España cuenta con una oportunidad única para liderar este sector, gracias a su enorme potencial en energías renovables, un factor esencial para la producción de hidrógeno verde, considerado como el futuro de la energía limpia.
El portavoz de la Asociación Española del Hidrógeno subrayó la relevancia de que España impulse este elemento como motor de la industrialización y para la creación de puestos de trabajo. «Tenemos que ir rápido, generar un mercado y convencer al sector público de que hay que poner medidas y ayudas para el impulso del hidrógeno», aseguró González, a la vez que apostaba por acelerar la colaboración público-privada. «Hay muchas oportunidades para España, no podemos perder este tren».
José Luis Gil, representante de Naturgy, abogó por el biometano como una solución eficiente para avanzar hacia la descarbonización, destacando que su uso no exige grandes inversiones en nuevas infraestructuras. El biometano puede aprovechar la red de transporte de gas ya existente, lo que reduce significativamente los costos asociados a su desarrollo. Según Gil, el hidrógeno desempeñará un papel fundamental como un «complemento ideal» al biometano, reforzando la transición hacia una energía más limpia sin necesidad de transformar completamente los sistemas actuales.
«Cuando hay un cambio del modelo de energético es esencial que haya una planificación y que el Gobierno concrete en qué hay que enfocarse. Necesitamos saber qué quiere el Gobierno que hagamos», destacó Gil, que precisó que en los primeros pasos de una nueva tecnología se precisan incentivos, puesto que existe cierta reticencia al cambio. También resaltó que en los últimos cuatro o cinco años se han logrado «avances significativos» en el sector del hidrógeno. Añadió que, a pesar de que el marco regulatorio es exigente, esto contribuye a crear un ambiente de confianza, lo que resulta esencial para atraer inversiones.
El ejecutivo de Enagás destacó que España ya cuenta con un mercado de hidrógeno consolidado, con un consumo que alcanza las 600.000 toneladas, principalmente como materia prima. No obstante, señaló que el hidrógeno tiene un gran potencial como fuente de energía para industrias cuya electrificación es difícil de desarrollar.
Por otro lado, Gil subrayó la importancia de lograr independencia energética, independientemente de la tecnología o combustible elegido, y aseguró que el suministro de energía debe estar garantizado. Igualmente, recordó que Enagás está trabajando para adaptar sus infraestructuras de gas para que puedan transportar otros combustibles, asegurando así la continuidad del abastecimiento energético en España.
Antonio González destacó que, para que el hidrógeno logre un desarrollo pleno en España, es fundamental establecer mecanismos que impulsen su demanda. También enfatizó la necesidad de fomentar la creación de un ecosistema industrial y de infraestructuras adecuado que respalde su expansión. Según González, estos dos elementos son fundamentales para consolidar el hidrógeno como una alternativa energética viable y permitir su integración efectiva en distintos sectores, asegurando así su crecimiento sostenido a largo plazo.
Desde la perspectiva de Naturgy, Gil enfatizó que la producción de hidrógeno está intrínsecamente ligada a la energía renovable, alineándose con las metas ambientales establecidas en Europa. Destacó que España cuenta con una extensa red de iniciativas fotovoltaicas, pero también hizo hincapié en la necesidad de acelerar el desarrollo de proyectos eólicos, ya que actualmente hay «una decadencia en este tipo de proyectos».
«Necesitamos focalizar la inversión en viento que permita que los proyectos de hidrógeno puedan producir hidrógeno a costes razonables», recalcó José Luis Gil, director general de Gases Renovables de Naturgy. Finalmente, el director de Hidrógeno de Enagás, Jesús Gil, resaltó que, al observar la política energética en Europa, no se percibe «competitividad» entre las distintas fuentes de energía. Además, al examinar la matriz energética, se hace evidente que «todas las energías son imprescindibles» para asegurar un suministro confiable que permita mantener la autonomía energética.
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