En pleno auge de las energías limpias, el hidrógeno se perfila como uno de los pilares fundamentales del cambio energético. Así lo demuestra Tecnalia, centro de referencia en innovación, que acaba de poner en marcha un electrolizador especialmente diseñado para facilitar pruebas reales de distintas tecnologías de electrólisis.
Este sistema, que ya está operativo en sus instalaciones de Donostia, está pensado para que empresas puedan ensayar, ajustar y mejorar sus propios desarrollos antes de dar el salto a la industrialización. El objetivo es claro: promover el hidrógeno verde desde Euskadi hacia el mundo.
La clave del nuevo electrolizador no está en su tamaño, sino en su versatilidad. El prototipo opera con una potencia media de 50 kW, suficiente para producir en torno a un kilo de hidrógeno por hora. Pero lo interesante no es cuánto genera, sino cómo lo hace: puede trabajar con diferentes configuraciones de tecnología alcalina y AEM (membrana de intercambio aniónico), lo que permite analizar rendimiento y eficiencia en condiciones reales.
Este banco de pruebas es como un simulador para el corazón de las plantas de hidrógeno. Permite validar el stack (el conjunto de celdas que produce hidrógeno), y además monitoriza cada variable crítica del proceso. Las empresas que participen pueden llevar sus propios componentes y observar cómo se comportan bajo distintos escenarios operativos.
Todo el sistema ha sido diseñado y desarrollado internamente por Tecnalia. Incorpora sensores de alta precisión, software de análisis y herramientas de simulación, ofreciendo así una radiografía completa de cada ensayo. Se convierte así en una pieza esencial para transformar las ideas en soluciones comerciales viables.
Este electrolizador forma parte de un ecosistema mayor: el laboratorio de tecnologías del hidrógeno que Tecnalia inauguró recientemente en Donostia. Allí se concentran más de medio centenar de proyectos en distintas fases, desde investigación básica hasta pruebas de validación previas al salto a escala industrial.
El enfoque es práctico. Según Ekain Fernández, responsable del área, el objetivo es “una producción competitiva de hidrógeno verde”, y para ello es imprescindible bajar costes y mejorar la eficiencia de los procesos. La electrólisis es la vía principal para producir hidrógeno sin emisiones, pero todavía arrastra algunos desafíos técnicos y económicos.
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Dentro de este contexto, el nuevo electrolizador actúa como acelerador. Las empresas que colaboran con Tecnalia pueden ensayar sin necesidad de montar infraestructuras propias, lo que reduce tiempos y costes. Además, reciben datos objetivos sobre el rendimiento de sus sistemas, algo fundamental para su evolución.
Aunque el banco actual se centra en tecnologías alcalinas y AEM, el equipo también trabaja en soluciones basadas en otras opciones como la PEM (membrana de intercambio de protones), abriendo la puerta a futuras ampliaciones o prototipos específicos según demanda del mercado.
La transición energética exige soluciones que no sólo sean limpias, también rentables y ampliables. Desde Tecnalia lo tienen claro: para que el hidrógeno verde despegue, las plantas de producción deben optimizar cada euro invertido. Y eso pasa por diseñar sistemas modulares, seguros y adaptables a distintas necesidades.
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Un buen ejemplo de esta visión es el proyecto Hynnova, liderado por Boslan y en el que participan una docena de empresas. Tecnalia se encarga de probar el stack del electrolizador en escenarios que simulan condiciones reales de operación. Este tipo de ensayos permiten afinar el diseño final antes de construir a gran escala.
El proyecto está financiado por el programa Hazitek del Gobierno Vasco y busca crear plantas de producción de hidrógeno que puedan adaptarse a distintos tamaños y ubicaciones. El modelo modular facilita la replicación y reduce el tiempo necesario para poner en marcha nuevas instalaciones.
Así, el electrolizador de Donostia no sólo es un prototipo: es la base de un ecosistema industrial que aspira a situar al País Vasco como referente en tecnologías limpias. Y cada ensayo que se realiza allí acerca un poco más esa meta.
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