La industria europea del hidrógeno ha vuelto a presionar a la Comisión con una nueva carta. Piden protección para los fabricantes europeos frente a la competencia extranjera de cara a la próxima licitación de subvenciones para el hidrógeno. El Banco Europeo del Hidrógeno realizará la próxima subasta, de 1.200 M€, durante este mismo año. La industria indica que Bruselas debería destinar los fondos a los electrolizadores de la UE.


Señalan que el hidrógeno está considerado un elemento clave para la producción descarbonizada de acero, cemento y productos químicos. Históricamente, los fabricantes de la UE lograron captar una parte importante del mercado global. Sin embargo, China está aumentando la producción y quiere empezar exportar. De ahí que la industria esté solicitando ayuda.

El sector del hidrógeno europeo está claramente preocupado, como muestra la sucesión de cartas a la Comisión. No sólo los fabricantes enviaron la primera a la nueva directiva de la Comisión Europea, sino que Hydrogen Europe también remitió la suya. Hablábamos de ambas y de las peticiones que, tanto fabricantes, como asociación hacían al ejecutivo comunitario. Incluso, citábamos la serie de recomendaciones que el CEO de Hydrogen Europe hacía para garantizar que la legislación refleje las consideraciones medioambientales, climáticas, sociales, económicas y geopolíticas.

Fabricantes europeos frente a la competencia extranjera

La industria europea del hidrógeno tiene una larga lista de solicitudes legislativas para la nuevamente designada presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. Entre ellas, las acciones para abordar la amenaza que plantean los electrolizadores extranjeros y más baratos.

La importancia de fabricar los electrolizadores en Europa es evidente. El potencial de la tecnología es enorme e imprescindible para reforzar la independencia energética europea y para crear empleo.

De hecho, el CEO de Hydrogen Europe pedía en su carta:

“Alinear los costes de las emisiones de CO2 incorporadas en los bienes y productos importados con los nacionales mediante una revisión del ETS y una expansión específica de los sectores del CBAM (Mecanismo de Ajuste de las Fronteras de Carbono)”.

Supondría que los fabricantes de electrolizadores afrontarían los mismos costes de CO2, independientemente de si la producción se hace dentro o fuera de la UE.

Los productores, por su parte, explican:

“Nuestro desafío es garantizar que la fabricación europea de electrolizadores permanezca en Europa”.

Y:

“La participación de Europa en la capacidad productora mundial está cada vez más eclipsada por China, que representa el 40%, frente al 10% en 2023”.

Al respecto señalan que las empresas chinas pueden perder dinero durante años, sin problemas, porque tienen un gran respaldo estatal.

Los fabricantes europeos argumentan que los resultados de la primera gran licitación de subvenciones al hidrógeno de la UE muestran que los productores optaron por electrolizadores fabricados fuera de Europa.

FUENTE: Euractiv

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