El Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha anunciado la concesión de un préstamo por valor de 430 millones de euros a Galp. El importe será destinado a la construcción de dos proyectos de vital importancia para la transformación de la refinería de Sines de la compañía y supondrá una contribución significativa para la descarbonización del transporte pesado por carretera y de la aviación.
En consonancia con el Pacto Verde Europeo, los dos proyectos apoyan el objetivo de neutralidad para 2050 y refuerzan la independencia energética de la Unión Europa, tal y como se establece en el plan REPowerEU. Los proyectos, además, se benefician de 22,5 millones de euros en incentivos del Plan de Recuperación y Resiliencia.
Actualmente en fase de construcción, Galp está desarrollando la unidad de biocombustibles en asociación con la compañía japonesa Mitsui. Este proyecto cuenta con una inversión total de 400 millones de euros, de los cuales 250 millones son aportados por el BEI. Esta unidad convertirá aceites vegetales y grasas residuales en combustible de aviación sostenible (SAF por sus siglas en inglés) y gasóleo renovable de origen biológico (HVO) con características idénticas a los combustibles de origen fósil utilizados en los motores de combustión normales.
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El proyecto se materializará en 2026, cuando entre en producción con una capacidad para producir hasta 270.000 toneladas de combustibles renovables. Con ello, Portugal cumplirá el objetivo de la Unión Europea sobre este tipo de combustibles en la aviación. No en vano, el SAF es de vital importancia para que la descarbonización del transporte aéreo, que será responsable de cerca del 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
De forma simultánea, Galp está llevando a cabo la construcción en el mismo lugar de un electrolizador de 100 MW. Este proyecto cuenta con una inversión de 250 millones de euros, de los que el BEI aporta 100 millones de euros. Una vez en marcha en 2026, producirá hasta 15.000 toneladas de hidrógeno verde, convirtiéndose en uno de los primeros electrolizadores con estos niveles de capacidad en Europa.
Jean-Christophe Laloux, Director General, Jefe de Préstamos y Asesoramiento a la UE del BEI, ha señalado: «Estos proyectos pioneros son un claro ejemplo de cómo podemos combinar financiación, innovación y nuestro compromiso medioambiental para promover una transición energética justa y sostenible. Apoyando la producción de biocombustibles avanzados e hidrógeno renovable, estamos contribuyendo a una Europa más independiente energéticamente y alineada con los objetivos climáticos globales».
Por su parte, Ronald Doesburg, miembro del Consejo Ejecutivo de Galp responsable del área Industrial, ha apuntado: «Hemos movilizado a socios, inversión privada y financiación europea para impulsar un proyecto transformador que da vida a las políticas energéticas e industriales europeas y nacionales. Se necesita más de las empresas energéticas, financiación pública y apoyo gubernamental si queremos mantener la relevancia de Portugal en un mundo cada vez más inestable».
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En 2020, Portugal adoptó una nueva Estrategia Nacional para el Hidrógeno Verde, que pautaba la instalación de entre 2 y 2,5 GW de capacidad de electrolizadores para 2030. No obstante, en 2023 la directiva fue revisada, estableciendo los siguientes objetivos:
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