• Aragón quiere liderar la revolución del hidrógeno verde con tecnología puntera y colaboración estratégica, posicionándose como un referente nacional en energía renovable.
  • Desde la movilidad sostenible hasta la eficiencia industrial, la comunidad aragonesa promueve un cambio energético hacia el hidrógeno verde con soluciones innovadoras y un compromiso real.
  • El proyecto ubicado en Aragón que producirá 25.000 toneladas de hidrógeno verde al año

Aragón quiere estar a la vanguardia del hidrógeno verde. El cambio de modelo energético ya no es una promesa a futuro: se está cocinando en tiempo real desde centros de referencia como el Instituto Tecnológico de Aragón (ITA), la Fundación Hidrógeno Aragón y la Universidad de Zaragoza (UNIZAR). Su trabajo conjunto dentro del Plan Complementario de Energía de Hidrógeno Renovable pone a esta comunidad en el mapa nacional como uno de los motores del desarrollo tecnológico vinculado al hidrógeno verde.

Este plan, que abarca desde la generación hasta el uso final del hidrógeno, busca revolucionar la manera en la que movemos mercancías, producimos energía y reducimos emisiones. El foco está puesto en las soluciones que permitan sustituir los combustibles fósiles sin comprometer la eficiencia, ni en la movilidad pesada ni en los procesos industriales más exigentes.

Hidrógeno verde en Aragón: del laboratorio a la carretera

El ITA ha centrado sus esfuerzos en el transporte pesado, uno de los sectores más difíciles de electrificar por completo. ¿La propuesta? Prototipos como una cabeza tractora alimentada con pila de combustible, que demuestra que recorrer largas distancias sin emitir CO₂ es posible. Con este modelo cero emisiones, Aragón se coloca en la parrilla de salida de una movilidad sostenible sin compromisos.

Hidrógeno verde en Aragón

Pero no todo son motores y ruedas: uno de los desafíos más complejos está en cómo almacenar ese hidrógeno. Los investigadores aragoneses están desarrollando depósitos más ligeros, resistentes y seguros, optimizando cada fase del llenado y vaciado para garantizar la durabilidad de los sistemas. Una línea de trabajo esencial si se quiere que esta tecnología evolucione a flotas completas.

A medida que avanza el desarrollo de vehículos propulsados por hidrógeno, también se experimenta con algoritmos de control y mantenimiento predictivo. Esto reduce costes y asegura una operación fiable, especialmente en entornos donde cada parada cuenta. Para que todo funcione, la generación de hidrógeno debe crecer al ritmo de la demanda. Por eso, el proyecto aragonés no sólo produce conocimiento, también infraestructuras que servirán como referencia para futuras implantaciones industriales.

Más presión, más autonomía: repostar a 700 bares

En el Parque Tecnológico Walqa (Huesca), la Fundación Hidrógeno Aragón lleva la teoría a la práctica con su estación de servicio. Uno de los últimos avances ha sido duplicar la presión de suministro hasta los 700 bares, una mejora fundamental que permite a los turismos de hidrógeno recorrer hasta 600 kilómetros con un solo repostaje.

Hidrógeno verde en Aragón

Este tipo de estaciones actúan como auténticos laboratorios vivientes. Allí se evalúa cómo interactúan los electrolizadores con fuentes renovables, solar y eólica, y cómo se adapta el sistema a diferentes necesidades. El objetivo, además de producir hidrógeno, consiste en entender cuál es la mejor manera de hacerlo según el contexto energético.

Los datos generados permiten diseñar estaciones más eficientes, tanto desde el punto de vista técnico como económico. Además, el repostaje, que apenas dura cinco minutos, iguala en agilidad a los combustibles tradicionales.

Cuatro proyectos clave dan impulso a la producción de hidrógeno verde en el Bajo Aragón

Toda esta información se integra en redes inteligentes donde el hidrógeno no es una solución aislada, sino parte de un ecosistema energético flexible. Aquí se cruzan líneas de trabajo que optimizan la selección de tecnologías y mejoran la eficiencia global del sistema.

El motor oculto del cambio en Aragón

La Universidad de Zaragoza está jugando un papel decisivo en la transición energética de Aragón. Sus grupos de investigación aportan soluciones que abarcan desde nuevos catalizadores para obtener biometano, hasta simulaciones detalladas que evalúan la viabilidad económica de las plantas de producción.

También estudian qué ocurre cuando se mezcla hidrógeno con gas natural, una combinación que podría allanar el camino hacia una combustión más limpia en entornos domésticos. Analizan cómo varía la autoignición y la seguridad en estas mezclas, algo crucial para una implantación masiva.

El impacto del hidrógeno en Aragón: más empleo y mayores beneficios

Por otro lado, se presta apoyo directo al ITA en el diseño e integración de sistemas híbridos para el transporte. La colaboración entre ingenierías y laboratorios crea una base sólida para que las soluciones lleguen al mercado con todas las garantías. Y no menos importante es el trabajo en torno a la producción de amoniaco renovable. A través del concepto de simbiosis industrial, se están buscando formas de que distintas plantas compartan recursos, reduciendo el consumo energético y optimizando cada eslabón de la cadena.

El futuro del hidrógeno se está escribiendo en presente, y Aragón está firmando sus primeras páginas con tinta verde. El camino es largo, pero el plan ya está en marcha y avanza con paso firme y datos reales.

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