Las asociaciones ANFAC y GASNAM piden adelantar el objetivo de una red mínima de 150 hidrogeneras en España de 2030 a 2025. La fecha de 2030 es la que establece la Hoja de Ruta H2 Renovable del Ministerio para la Transición Ecológica. Desde las asociaciones indican que el crecimiento de la oferta comercial en los próximos años requerirá adelantar en 5 años el despliegue.
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) y la Asociación de transporte sostenible, que integra la cadena de valor del gas y el hidrógeno (GASNAM), han presentado un informe con esas consideraciones al Gobierno.
Indica dicho informe que el hidrógeno se ha configurado como un vector energético prioritario para cumplir alcanzar la neutralidad climática en el ámbito del transporte. Sin embargo, en la actualidad, presenta barreras de entrada importantes de accesibilidad, uso, regulatorias y tecnológicas. Estas barreras son las propias de una tecnología que todavía no alcanzado su grado de madurez.
Las asociaciones asumen que el punto de partida español es más negativo que el de otros países europeos como Alemania o Francia. De hecho, no contamos aún con ninguna hidrogenera de acceso público.
El despliegue de la infraestructura de repostaje es, según las asociaciones, el primer paso ineludible para la existencia de vehículos de pila de combustible. Así, aunque hay oferta comercial de vehículos de hidrógeno desde 2015, el mercado en España es prácticamente inexistente.
Además, indican que el despliegue debe llegar con un elevado nivel de subvención (entre el 80% y el 100% del CAPEX). Señalan los altos costes de instalación de los puntos y la dificultad de amortización en un primer estadio de desarrollo.
Los costes de instalación de una estación en función de su capacidad y de si cuentan con generación de hidrógeno renovable in situ pueden oscilar: entre 1 y 8 millones de euros. Sin embargo, la media de inversión se suele situar entre el 1,5 y los 3,5 millones de euros.
Inicialmente, estas inversiones deberán ir ligadas a flotas de vehículos cautivas que garanticen un consumo mínimo. Y, por tanto, la viabilidad económica de las infraestructuras de generación y suministro asociadas, permitiendo además el uso por parte de flotas privadas.
Además, para la coordinación y seguimiento de los objetivos de despliegue del hidrógeno, proponen un trabajo de colaboración público-privada con una gobernanza asociada.
Las asociaciones han realizado un análisis de los mínimos que pide el plan de cara a su dispersión territorial adecuada. El objetivo es impulsar la aplicación y mejor desarrollo de la Hoja de Ruta H2 Renovable.
Según las asociaciones, el punto de partida son 150 hidrogeneras, como establece la Hoja de Ruta. Deberían estar divididas en:
Todas las hidrogeneras deberán dar suministro a 350 y a 700 bares con el objetivo de garantizar el abastecimiento de todos los segmentos de vehículos: turismos, vehículos industriales ligeros, autobuses y camiones. Asimismo, se deberá optimizar el número de hidrogeneras necesario para garantizar el objetivo de la hoja de ruta de establecer una cada 250 kilómetros máximo.
Una vez establecidos los detalles de esta red mínima y sus ubicaciones óptimas, la propuesta de ANFAC y GASNAM establece unas fases de desarrollo. El fin es conseguir un despliegue ordenado, que se acompase con la evolución del mercado de vehículos.
Así, para 2021, sería lo ideal tener 15 hidrogeneras de acceso público construidas en núcleos urbanos. En 2022 y 2023, a estas 15 se sumarían 45 en urbano y 40 en corredores. Para 2024, se deberían alcanzar los 100 puntos de recarga de hidrógeno. Y, a cierre de 2025, se tendría que llegar al objetivo de 150 hidrogeneras en España.
José López-Tafall, director general de ANFAC, ha explicado:
“La apuesta decidida para que España se convierta en un referente de la movilidad basada en hidrogeno cuenta con todo el apoyo del sector. Por eso es tan importante disponer de propuestas constructivas que ayuden a pasar del mundo de los objetivos al de las realidades.
Disponer de una metodología y una propuesta concreta de despliegue de hidrogeneras, como la que presentan ANFAC y GASNAM, es un primer paso necesario. Permitirá contrastar si vamos al ritmo necesario. Compartir como país un modelo y una gobernanza del despliegue ayudará que la oferta comercial de vehículos, que ya existe, se extienda. Y, además, contribuirá de manera intensa a nuestros objetivos de descarbonización del parque, especialmente para el transporte pesado y de larga distancia”.
Por su parte, Eugenia Sillero, secretaria general de GASNAM, ha añadido:
“Para alcanzar los objetivos de la hoja de ruta del hidrógeno renovable son necesarias dos cosas: la primera planificar el despliegue de una red de hidrogeneras bien distribuidas y que garantice la cobertura nacional; y la segunda, dotar a este plan con los recursos económicos pertinentes.
El hidrógeno es un vector energético necesario para alcanzar los objetivos climáticos del sector del transporte. Pero sólo se desarrollará con un elevado nivel de subvención inicial que se irá reduciendo gradualmente a medida que aumente el número de vehículos de H2 y, por tanto, la demanda real de este combustible”.
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