Los operadores ferroviarios de Japón han puesto el foco sobre los trenes de pila de combustible de hidrógeno para conseguir la completa descarbonización de este transporte. Así, están acelerando los movimientos para poner en uso comercial este tipo de trenes. La colaboración del Gobierno será vital para ello.
A principios de este mes, se celebró el Japan Mobility Show, en el que East Japan Railway promocionó el vehículo de prueba HYBARI. El tren está propulsado en parte por una pila de combustible de hidrógeno que utiliza electricidad generada a través de una reacción química que involucra oxígeno e hidrógeno almacenados en la parte superior del cuerpo del tren.
JR East completó HYBARI en 2022, con el objetivo de acabar con las emisiones de CO2 para 2050. La compañía estima que la sustitución de sus 450 vehículos diésel reducirá las emisiones de CO2 en aproximadamente 60.000 toneladas al año.
Actualmente, se están llevando a cabo pruebas de demostración en sus líneas Tsurumi y Nambu en la prefectura de Kanagawa, con miras a su introducción comercial en 2030.
Desafíos de los trenes de hidrógeno
Mejorar la distancia que este tipo de trenes puede cubrir es uno de los principales desafíos. Actualmente, el vehículo puede recorrer unos 140 kilómetros antes de repostar. Sin embargo, la compañía espera haber aumentado esta cifra a alrededor de 300 a 500 kilómetros por repostaje, equivalente a la de un vehículo con motor diésel.
Un sistema estable de suministro de hidrógeno es indispensable para la introducción generalizada de trenes de hidrógeno. West Japan Railway Co. (JR West), que está sopesando la introducción de trenes impulsados por combustible de hidrógeno a principios de la década de 2030, ha anunciado planes para construir una estación de hidrógeno a gran escala, empleando estaciones y vías existentes, al mismo tiempo que opera dichos trenes.
La compañía también planea utilizar sus trenes de carga para transportar hidrógeno a varios lugares, contribuyendo así a la realización de una sociedad descarbonizada.
Sectores público y privado
El gobierno central se ha fijado el objetivo de reducir las emisiones de CO2 de la industria ferroviaria a menos de la mitad, respecto a 2013, para el año 2030. Sin embargo, las leyes y regulaciones actuales no asumen el hidrógeno como fuente de energía para los trenes. En concreto, los tanques de hidrógeno y similares están regulados por una ley relacionada con la seguridad del gas a alta presión, mientras que las carrocerías de los trenes están bajo la autoridad de una ley diferente relacionada con las operaciones ferroviarias.
Algunos operadores ferroviarios piden que se unifiquen las leyes y regulaciones pertinentes, alegando que las reglas actuales podrían obstaculizar el uso generalizado y la comercialización de trenes que funcionan con hidrógeno.
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