El proyecto de planta de hidrógeno verde y amoniaco que Green Capital había anunciado para Bembibre ha quedado archivado tras la resolución de la Junta de Castilla y León. La empresa, que prometió una inversión de 700 millones de euros y la creación de 50 empleos, no respondió a los requerimientos administrativos necesarios para obtener la autorización ambiental.

El Boletín Oficial de Castilla y León ha hecho oficial la decisión, evidenciando la falta de documentación esencial para garantizar la viabilidad del proyecto. Entre las principales deficiencias se encontraba la ausencia de permisos para la conexión a la red de saneamiento y la captación de agua industrial. La falta de estos permisos supone un obstáculo insalvable para la ejecución del proyecto, ya que su actividad dependería de un abastecimiento hídrico adecuado y de un sistema de saneamiento que pueda soportar su impacto ambiental.

Obstáculos insalvables en el suministro de agua de Bembibre

Uno de los mayores problemas detectados en la evaluación del proyecto fue la capacidad de abastecimiento hídrico. La Mancomunidad de Municipios de Bembibre y Castropodame advirtió que la demanda de agua de la planta superaría los límites de la concesión administrativa vigente. Esto implicaba la necesidad de recurrir a una fuente alternativa, lo que generaba dudas sobre la viabilidad del suministro. Sin una solución clara en este aspecto, la continuidad del proyecto quedaba en entredicho.

proyecto Green Capital para una planta de hidrógeno y amoníaco verde en Bembibre

Además, el vertido de aguas residuales con alta concentración de sales requería una revisión del proyecto y un nuevo Estudio de Impacto Ambiental. La Junta, ante la falta de respuesta por parte de la empresa, decidió archivar definitivamente la solicitud. Este punto resultaba fundamental, ya que cualquier modificación en el plan original debía ser evaluada nuevamente para asegurar que no causara daños ambientales en la zona.

El Ayuntamiento de Bembibre pierde la paciencia

La falta de avances y comunicación por parte de Green Capital llevó al Ayuntamiento de Bembibre a actuar. La alcaldesa, Silvia Cao, expresó sus dudas sobre la seriedad del proyecto desde el principio. Según sus declaraciones, el consistorio ya había comenzado a trabajar en la revocación de los compromisos adquiridos, dado que la empresa no había mantenido contacto con la administración local.

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Durante una sesión plenaria en el mes de enero, Cao se refirió a otro proyecto similar en Zaragoza que podría haber sido la verdadera prioridad de la empresa. Esta falta de claridad reforzó la decisión del consistorio de rescindir el acuerdo de reserva de suelo en el polígono de San Román. La regidora fue clara en que el Ayuntamiento no podía seguir esperando indefinidamente una respuesta por parte de la empresa cuando el desarrollo industrial de la zona dependía de decisiones ágiles y concretas.

Rechazo de colectivos y oposición municipal

El proyecto de Green Capital también generó reacciones adversas entre diferentes sectores. Partidos políticos de la oposición y colectivos ecologistas cuestionaron su impacto ambiental y las dudas en torno a su viabilidad. Incluso el Ayuntamiento de Castropodame presentó alegaciones en contra de la iniciativa. La falta de información clara sobre el proceso y los efectos que tendría en el entorno llevaron a una creciente preocupación entre los ciudadanos.

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Jaime González, portavoz de Coalición por el Bierzo, mostró su preocupación por la falta de transparencia en el proceso. Durante el pleno, cuestionó la ausencia de documentación oficial y la incertidumbre generada por la falta de comunicación con Green Capital. La desconfianza sobre la empresa y sus intenciones creció a medida que se acumulaban las evidencias de su desinterés en cumplir con los requisitos legales.

Con la decisión de la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Bembibre queda libre para explorar nuevas alternativas para el desarrollo del polígono industrial. El espacio de 70.000 metros cuadrados que iba a ocupar la planta podría destinarse a otros proyectos más viables y beneficiosos para la economía local. La alcaldesa aseguró que la prioridad será atraer inversiones más sólidas, que cumplan con las normativas y aporten un desarrollo sostenible a la zona. Así, se abre una nueva oportunidad para el municipio en su búsqueda de alternativas industriales que promuevan su crecimiento.

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