- León se convierte en laboratorio de pruebas para impulsar una movilidad ferroviaria sin emisiones, gracias al proyecto Hycerail liderado por Ciuden y el ITJ.
- Un experimento real en vías leonesas busca transformar el transporte ferroviario mediante hidrógeno limpio.
- Castilla y León se lanza de lleno al hidrógeno verde, pero el auge empresarial viene sin manual de instrucciones
El pasado minero de la provincia de León ha dado un giro a un presente experimental con la mira puesta en el futuro: trenes que no necesitan ni diésel ni catenarias. El proyecto Hycerail pone sobre la mesa una alternativa limpia para el transporte ferroviario y lo hace con actores muy concretos: Ciuden y el ITJ, dos instituciones públicas comprometidas con el cambio de modelo energético.
Este ensayo, que no es ni piloto ni maqueta sino una prueba técnica real, busca demostrar si el hidrógeno producido con fuentes renovables puede reemplazar al gasóleo en líneas ferroviarias no electrificadas. Y no se trata sólo de teoría: el reto es construir un modelo que sea aplicable, seguro y eficiente en un entorno real como el leonés.
¿Puede el hidrógeno verde mover trenes? La apuesta está en marcha en León
La descarbonización del transporte ferroviario no es una idea nueva, pero el uso del hidrógeno verde como combustible aún plantea muchas incógnitas. Frente a los trenes eléctricos tradicionales, que requieren grandes inversiones en infraestructura de catenarias, esta alternativa ofrece una opción sin cables y con cero emisiones en circulación.
«Demostrar la viabilidad del hidrógeno renovable como fuente de energía en el ámbito ferroviario» es el objetivo técnico del proyecto Hycerail, en palabras de sus responsables. Y ese verbo, demostrar, es la clave: lo que se busca no es anunciar intenciones, sino probar soluciones en condiciones reales.
Para ello, se están utilizando trenes que han sido adaptados para incorporar pilas de combustible de hidrógeno y depósitos presurizados, en un entorno controlado en León. El hidrógeno verde empleado proviene de fuentes renovables, lo que garantiza que el proceso, desde la producción hasta el uso final, sea climáticamente neutro.
León como epicentro de un modelo ferroviario sin emisiones
El experimento tiene lugar en las instalaciones de Ciuden en Cubillos del Sil (León), una zona que durante décadas vivió del carbón y ahora se posiciona como un espacio de innovación energética. Este entorno ofrece condiciones ideales para analizar cómo se comporta la tecnología del hidrógeno en escenarios similares a los que se pueden encontrar en muchas líneas secundarias de la red ferroviaria española.
10.000 km más cerca del futuro: el tren de hidrógeno español
El papel del Instituto para la Transición Justa es fundamental, y no sólo desde el punto de vista técnico. También lo es como garante de una transformación que beneficie a los territorios afectados por el cierre de industrias contaminantes. Hycerail se inserta, de hecho, en el marco de iniciativas más amplias que buscan reconvertir el tejido económico local.
Este enfoque de transición estructurada permite vincular la innovación energética con la reactivación de zonas que han perdido empleo e inversión en las últimas décadas. El transporte ferroviario, esencial en la movilidad de mercancías y personas, representa además un sector con gran potencial de crecimiento.
Más allá de las pruebas: ¿cuándo veremos estos trenes en servicio?
Aunque el ensayo aún está en fase técnica, las implicaciones son profundas. Si los resultados confirman la eficacia del modelo, se abre la puerta a una expansión nacional, especialmente en líneas donde la electrificación es inviable económicamente o supone un impacto ambiental significativo.
No se trata de sustituir toda la red ferroviaria de inmediato, sino de ofrecer soluciones limpias allí donde más se necesitan. En España, muchas rutas aún dependen del diésel, y esta alternativa permitiría avanzar en los compromisos climáticos sin esperar décadas.
Chile va a ser el primer país de Sudamérica en contar con un tren impulsado por hidrógeno verde
El reto ahora pasa por resolver cuestiones como la autonomía de los trenes, la infraestructura de recarga de hidrógeno y la sostenibilidad económica del modelo. Pero el camino ya está trazado y León aparece, una vez más, como punto de partida para una revolución energética.
Con el respaldo del Ministerio para la Transición Ecológica y la fundación Ciuden, Hycerail se perfila como una de las propuestas más serias para avanzar hacia una movilidad ferroviaria sin emisiones, apostando por una fuente energética que hasta hace poco parecía lejana.