- La empresa energética Moeve encara su transformación hacia el hidrógeno verde con Andalucía como eje principal.Tecnología, sostenibilidad y formación joven definen el futuro de Moeve en la comunidad andaluza.
- El Valle Andaluz del Hidrógeno Verde arranca en Palos de la Frontera con una gran inversión
Moeve cumple seis décadas desde su llegada a Andalucía, una fecha que sirve para mirar atrás y para trazar todo lo que viene. El momento no podía ser más simbólico: la energética está inmersa en un giro industrial con el hidrógeno como gran protagonista. Desde la localidad gaditana de San Roque, donde todo comenzó, se prepara ahora un nuevo enfoque con menos emisiones y más innovación.
Durante el evento Moeve60: Diálogos de Andalucía, celebrado en Algeciras, varios responsables técnicos compartieron el plan de la empresa. Allí quedó claro que el futuro de Moeve pasa por reconvertir sus instalaciones y procesos, adaptarlos a nuevas exigencias ambientales y aprovechar el potencial logístico andaluz para abrirse al exterior.
Moeve y el hidrógeno: de proyecto estratégico a realidad cercana
El hidrógeno verde se presenta como una doble solución: es tanto un producto para la exportación como una herramienta para reducir las emisiones internas. «No será sólo un producto final, sino que será un elemento de descarbonización de los propios procesos», señaló Rosendo Rivero, al frente del complejo industrial de San Roque.

Las instalaciones andaluzas tendrán un papel esencial en este salto tecnológico. El Valle del Hidrógeno en el sur prevé generar 650.000 toneladas anuales, además de 150.000 de amoníaco verde. Su conexión con el Puerto de Algeciras facilita la salida hacia mercados del norte, en especial a Róterdam. «Este parque jugará un papel importante porque unas de las principales ventanas de salida hacia Róterdam es a través del Puerto de Algeciras por su carácter abierto y flexible».
Para que este modelo funcione, el uso del agua es fundamental. Moeve ya ha conseguido reutilizar una parte importante en sus propios procesos. «Un 8% de nuestra materia prima es de carácter circular y tenemos varios proyectos de circularidad de productos y actividades», explicó Rivero. Todo esto permite avanzar en eficiencia sin comprometer los recursos disponibles. Los compromisos no se quedan en el papel. La empresa afirma haber reducido su consumo de agua a la mitad desde 2019. Además, se han invertido fondos en sistemas que minimizan la emisión de partículas y mejoran el consumo energético en unidades clave.
Nuevas tecnologías: automatización, sensores e inteligencia artificial
El aspecto físico de la planta no es lo único que ha cambiado. La forma de operar también ha vivido una transformación profunda. Macarena Cabrera, responsable de seguridad, lo resumió así: «Esto nos ha llevado a una transformación con respecto a procesos y las personas, porque son quienes llevan ese automatismo y la seguridad en el día a día y de una forma más ágil».
Actualmente, la mayoría de sistemas funcionan de manera automatizada, con sensores que alertan antes de que haya fallos y sistemas de control remoto desde dispositivos móviles. La inteligencia artificial se aplica a análisis predictivos y tareas administrativas. Lo que antes requería horas ahora se resuelve en minutos, y con menos margen de error.
Álvaro Jiménez, ingeniero de procesos, lo describe como un salto hacia la monitorización total: «Hemos pasado a una era digital que monitoriza todas las variables y actúa antes de que ocurra cualquier evento». Este cambio no solo mejora la seguridad, también permite adaptar las operaciones al nuevo modelo energético sin fricciones. El uso de herramientas digitales ha facilitado mantener estándares más altos en entornos complejos. Además, permite formar a las nuevas generaciones con tecnologías actuales, lo que prepara mejor a los futuros trabajadores.
Formación, diversidad y conexión de Moeve con el entorno
Uno de los pilares de la evolución de Moeve ha sido el capital humano. La empresa cuenta con programas de prácticas y becas para jóvenes, tanto universitarios como de formación profesional. Muchos de sus técnicos actuales, como el propio Álvaro Jiménez, comenzaron así: «Soy de La Línea, estudié en la ETSI de Algeciras y gracias a la antigua Cátedra Cepsa pude participar en unas prácticas…». La transferencia de conocimiento entre generaciones es otro elemento esencial. El personal con más experiencia actúa como guía para quienes se incorporan, especialmente en habilidades prácticas y blandas que no se enseñan en los libros.
Andalucía impulsa el hidrógeno verde como motor económico y energético
La compañía también busca avanzar en equilibrio de género. Actualmente, el 30% de los puestos de responsabilidad están ocupados por mujeres, y el objetivo es llegar al 40%. «En programas como el Challenge U, recogemos un 70% de talento femenino en todos los sectores», explicó Cabrera. Además del plano técnico, Moeve colabora con asociaciones locales y administra espacios naturales como Madrevieja, donde se trabaja en la recuperación de especies autóctonas. Este contacto directo con el territorio refuerza una presencia que va más allá de lo industrial.
Desde su base en San Roque hasta los puertos de Andalucía, la compañía Moeve ha iniciado una nueva etapa. Más tecnología, más sostenibilidad y más personas formadas para adaptarse a los retos del presente.


