La necesidad de una transición energética sostenible cada vez más evidente. A nivel mundial, la reducción de emisiones y la búsqueda de fuentes renovables se han convertido en verdaderas prioridades, y el hidrógeno verde se ha posicionado como una de las opciones más prometedoras. Sin embargo, su almacenamiento y transporte continúa siendo todo un reto técnico y económico de gran magnitud.

Dentro de este escenario, los materiales organometálicos, conocidos como MOF (Metal-Organic Frameworks o entramados metal-orgánicos), han despertado un enorme interés por su capacidad para capturar y retener moléculas con una eficiencia sin precedentes. Esta tecnología podría ser determinante para facilitar la integración del hidrógeno verde en el sistema energético internacional.

MOF: la revolución en el almacenamiento de hidrógeno

Los MOF son materiales porosos que pueden atrapar y almacenar grandes cantidades de gases en espacios microscópicos. Su estructura modular permite ajustar el tamaño y la forma de sus poros, optimizando su capacidad de almacenamiento según las necesidades específicas del gas que se desea retener.

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Gracias a su diseño realmente innovador, los MOF ofrecen una solución más eficiente y segura para almacenar hidrógeno verde. A diferencia de otros métodos tradicionales, permiten hacerlo a temperaturas y presiones más bajas, lo que reduce significativamente los costes y mejora la seguridad del proceso. Esta tecnología podría allanar el camino para una adopción masiva del hidrógeno como fuente de energía limpia.

Aplicaciones de los MOF en energía y transporte

Uno de los sectores que más podría beneficiarse del uso de MOF es el transporte. La movilidad sostenible basada en hidrógeno requiere soluciones de almacenamiento prácticas y rentables, y los MOF podrían proporcionar la respuesta ideal. Vehículos, trenes y barcos impulsados por hidrógeno verde podrían adoptar esta tecnología para mejorar su autonomía y reducir el impacto ambiental.

Además, los MOF también podrían desempeñar un papel esencial en la captura de CO2. Su capacidad para retener moléculas no se limita al hidrógeno. También pueden ser utilizados para atrapar y reutilizar el dióxido de carbono, lo que contribuiría a mitigar el cambio climático y avanzar hacia un modelo de economía circular.

La apuesta de Moeve por los MOF

El Centro de Innovación de Moeve ha dado un gran paso con el lanzamiento de una nueva planta piloto de MOF. Esta iniciativa promueve el crecimiento de la startup Immaterial, una empresa derivada de la Universidad de Cambridge, creada por el investigador español David Fairén-Jiménez, y que está revolucionando el almacenamiento de gases con tecnologías de vanguardia.

«Una de sus grandes ventajas es que permite el almacenamiento de un mayor volumen de hidrógeno en condiciones considerablemente más suaves que otras alternativas, proporcionando una solución más económica, mejorando su uso y facilitando su transporte «, ha señalado Belén Linares, directora de Innovación en Moeve.

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El desarrollo de los MOF representa una oportunidad única para optimizar el almacenamiento de hidrógeno verde y acelerar la transición hacia un modelo energético limpio. Su aplicación en la movilidad, la industria y la captura de carbono podría redefinir la manera en que utilizamos los recursos energéticos. A medida que esta tecnología siga evolucionando y expandiéndose, el sueño de una economía basada en energías renovables estará cada vez más cerca de convertirse en una realidad tangible.

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