El proyecto europeo PeCATHS es una iniciativa en materia de hidrógeno verde que se desarrollará mediante un consorcio científico multidisciplinario en química, física, ingeniería y fotoquímica, liderado por el Instituto de Materiales Avanzados de la Universitat Jaume I (INAM-UJI) de Castellón.
Su objetivo principal es desarrollar un sistema de conversión de energía fotoelectroquímica, que es capaz de transofrmar la luz solar directamente en energía química sin necesidad de una conversión inicial en electricidad. De este modo, se contribuye a la creación de nuevas redes energéticas, aportando soluciones sostenibles y viables de almacenamiento, transporte y distribución de energía.
El consorcio científico está formado, además del INAM-UJI, por las universidades de Zurich (Suiza) y Trinity College Dublin (Irlanda), los centros de investigación del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (Barcelona) y el CIC energiGUNE (Vitoria) y las empresas Comet Global Innovation y European Innovation Marketplace. El plan de acción del Pacto Verde Europeo, adoptado por la Comisión Europea en 2020, tiene como objetivo hacer que el sistema energético sea más eficiente y esté preparado para aumentar la proporción de fuentes de energía renovables.
El equipo castellonense, integrado por personal investigador de los grupos de «Materiales híbridos catalíticos», «Electrocatálisis y energía» e «Investigación y desarrollo sostenible» está coordinado por José Mata, catedrático del Área de Química Inorgánica, y por Francisco Juncosat, catedrático del Área de Física Aplicada.
El proyecto PeCATHS trabajará bajo la premisa de que las nuevas redes energéticas han de incorporar soluciones digitales más innovadoras y una red mucho más inteligente e intercativa que la actual, que redunde en un importante ahorro energético para beneficiar a los consumidores.
Actualmente, la tecnología para producir hidrógeno verde se basa en la división del agua mediante electrólisis haciendo uso de fuentes de energía renovable. A través de la electrólisis, el coste de producir hidrógeno verde es más elevado respecto a métodos tradicionales por dos motivos:
Por ello, el proyecto trabaja en un procedimiento de producción de hidrógeno líquido a partir de biomasa aprovechando la energía solar.
Si atendemos en profundidad a los métodos del proyecto, este pretende combinar la oxidación de derivados de biomasa para la síntesis de productos químicos de valor añadido con la hidrogenación conjunta de portadores de hidrógeno orgánico líquido (LOHC) en un proceso sostenible para el almacenamiento de energía a largo plazo. Mediante esta técnica, que hace posible la transferencia directa de hidrógeno de la biomasa a los LOHC, no se producen emisiones y se generan productos químicos de alto valor.
Desde el instituto, señalan que la principal ventaja de la tecnología LOHC es que permite almacenar hidrógeno en forma líquida y usar la infraestructura existente para su transporte y distribución.
En definitiva, el proyecto aplicará una estrategia rentable usando biomasa como fuente de hidrógeno y energía solar como fuente renovable e integrará directamente el hidrógeno en el LOHC, evitando el proceso de compresión y almacenamiento. De este modo, se reducirán los costes y se mejorará su competitividad frente a otros métodos de almacenamiento.
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