Muchas veces hemos escrito sobre el liderazgo mundial de China en materia de hidrógeno verde. Ahora, Rystad Energy ha presentado un informe con datos claves sobre el impulso de este gas renovable en el gigante asiático y algunos de los retos a los que se enfrenta.
La entidad prevé que, para finales de año, se hayan instalado 2,5 GW de capacidad de electrolizadores. Con esta capacidad, será posible producir 220.000 toneladas anuales (tpa) de hidrógeno verde, una cantidad que supera al resto del mundo en su conjunto. La cifra estaba proyectada para conseguirse a finales de 2025, pero según Rystad Energy, se logrará a finales de este año.
China tiene un importante potencial de energía solar y eólica en sus regiones del norte y noroeste, incluidas Xinjiang, Gansu y Mongolia Interior. La capacidad solar fotovoltaica del país aumentó a 217 GW de nuevas instalaciones en 2023, más del doble de la instalada el año anterior. Por ello, la mayoría de los proyectos de hidrógeno verde que se anuncian están localizados en estas regiones.
Proyecto de Sinopec en Kuqa (China).
En 2023, China instaló 1 GW de capacidad de electrolizadores, convirtiéndose en líder mundial en este ámbito. No obstante, una gran parte del suministro de hidrógeno en China continúa produciéndose con combustibles fósiles, a partir de gasificación del carbón o el reformado de metano con vapor. Por ello, sin China quiere cumplir su objetivo de alcanzar el pico de emisiones en 2030 y lograr la neutralidad de carbono para 2060, será clave sustituir estos métodos de producción de hidrógeno.
El informe apunta que, pese a que los avances son significativos, existe una disparidad geográfica notable entre los centros de demanda de hidrógeno de China en el este y las zonas de producción. Por ejemplo, entre Mongolia Interior y Gansu, han establecido el objetivo conjunto de superar el millón de toneladas de hidrógeno por año, lo que supone quintuplicar el objetivo nacional chino. Esto dará como resultado a un desajuste entre la oferta y la demanda que podrá ser aliviado con la expansión de la red de gasoductos de hidrógeno para poder llegar a las partes del país con mayor consumo proyectado.
La puesta en marcha de numerosos proyectos de gran capacidad se enfrentará a algunos desafíos. Principalmente, a los cuellos de botella que se presentan a la hora de garantizar la capacidad de energía renovable necesaria para alimentar a los electrolizadores. Por ejemplo, producir un millón de toneladas de hidrógeno verde requiere de 20 GW de capacidad eólica terrestre.
Por tanto, los proyectos de hidrógeno competirán de forma directa con otras necesidades de electrificación de China.
A pesar de todo ello, la capacidad de producción de hidrógeno verde continuará creciendo en China, al ritmo que lo hacen la industria fotovoltaica y la eólica. No en vano, para 2030, los cuatro proyectos más grandes de China representarán la mitad de la capacidad total de producción de hidrógeno verde del país.
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