Las últimas noticias sobre grandes proyectos de hidrógeno verde en todo el mundo no están siendo optimistas en los últimos meses. Ahora, el proyecto Hydrogen Energy Supply Chain (HESC), que pretendía convertir carbón en hidrógeno verde a partir de lignito australiano y enviarlo a Japón, ha sido suspendido de forma definitiva.

La iniciativa, que tenía el objetivo de exportar 30.000 toneladas de hidrógeno líquido al año desde Australia hasta Japón, y que ya había completado su fase piloto con el primer envío mundial de hidrógeno líquido, ha sido suspendida tras la decisión de Kawasaki Heavy Industries, que formaba parte del consorcio, de priorizar la producción de hidrógeno verde en Japón.

La suspensión del proyecto de hidrógeno verde entre Australia y Japón

El proyecto había sido ya objeto de cuestionamiento por parte de varios expertos. En concreto, ponían en duda la viabilidad comercial del envío de hidrógeno al extranjero y los planes para producirlo a partir de lignito, un combustible que genera muchas emisiones.

La decisión de suspender el proyecto coincide con el consenso de los expertos acerca de que el transporte de hidrógeno a largas distancias resulta caro e ineficiente desde el punto de vista energético. De este modo, la importación y exportación e hidrógeno debe convertirse en un últimos recurso.

Declaraciones de los expertos

David Cebon, cofundador de la Hydrogen Science Coalition y profesor de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha señalado: “El abandono de estos planes es una prueba decisiva para el futuro del comercio mundial de hidrógeno. El transporte marítimo de hidrógeno es antieconómico, ineficiente desde el punto de vista energético y muy poco práctico. El hidrógeno desempeña un papel fundamental en la transición energética, pero debe producirse a partir de energías renovables y utilizarse en aplicaciones locales específicas, como la producción de fertilizantes y acero”.

“A pesar de los acuerdos comerciales, todavía no se ha materializado un mercado mundial del hidrógeno, los acuerdos de importación están muy por detrás de la escala de las exportaciones previstas, y los países de todo el mundo están empezando a dar marcha atrás en los objetivos iniciales del hidrógeno a medida que se imponen las realidades científicas y económicas”.

“El proyecto HESC debería servir de señal de alarma para los países que tienen planes similares de importar o exportar hidrógeno”.

Por su parte, Paul Martin, cofundador de la Hydrogen Science Coalition e ingeniero químico, apunta:“Este plan para producir hidrógeno a partir del carbón, licuarlo y enviarlo miles de kilómetros al extranjero es contrario a la ciencia y la economía. Incluso si se pudiera gestionar el coste y la complejidad de la captura y almacenamiento de carbono, se necesitarían enormes cantidades de electricidad sólo para licuar el hidrógeno, y se necesitarían más del doble de barcos para transportar hidrógeno en comparación con el GNL, con una pérdida considerable de hidrógeno por el camino”.

“Ante la complejidad técnica y los costes de transportar hidrógeno a través de los océanos, siempre hay una solución mejor para la transición energética”.

Por último, Freja Leonard, responsable de la campaña ‘No More Gas’ de Amigos de la Tierra, ha concluido: “Nuestra postura siempre ha sido que es un absoluto disparate utilizar lignito en una crisis climática para producir hidrógeno. El hidrógeno es muy difícil de contener. Su producción es increíblemente cara y cualquier proyecto que pretenda transportar hidrógeno de un país a otro sin fugas significativas está condenado al fracaso. Las empresas implicadas intentaron hacer creer que se trataba de hidrógeno limpio, pero la realidad es que, si se utiliza carbón, no es más que otro proyecto de combustible fósil sucio que acabaría con el presupuesto de carbono de Victoria. HESC nunca fue viable ni económica ni comercialmente y es alentador ver que el principal socio del proyecto, Kawasaki Heavy Industries, se enfrenta a lo inevitable y se retira de este proyecto insostenible”.

Fuente: Nikkei Asia.

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