El BMW iX5 Hydrogen somete a pruebas extremas, junto al Círculo Polar Ártico, su sistema de propulsión, el chasis y la electrónica. Concretamente, en el centro de BMW en Arjeplog (Suecia), se han realizado pruebas funcionales integradas y la validación de: el sistema de pila de combustible, los depósitos de hidrógeno, la batería de máxima potencia y la unidad central de control del vehículo. Por tanto, el desarrollo del vehículo sigue sus tiempos, demostrando su buen rendimiento.
La marca producirá una pequeña serie del modelo a lo largo del presente año. También se ha comprometido a ayudar a ampliar la red de estaciones de servicio de hidrógeno.
En estas pruebas sobre hielo y nieve, en los alrededores de Arjeplog, el BMW iX5 Hydrogen demuestra: fiabilidad, comodidad y la potencia de su sistema de propulsión de pila de combustible de hidrógeno. Además, reafirma la idea de que un coche de hidrógeno puede satisfacer las necesidades de movilidad del día a día.
Estas últimas pruebas hacen avanzar el desarrollo del coche. El sistema de propulsión de pila de combustible de hidrógeno muestra la misma capacidad de uso cotidiano que un motor de combustión interna convencional. La potencia total del sistema aparece rápidamente. Incluso en estas condiciones de congelación, el sistema de propulsión sigue ofreciendo toda su autonomía. Y la reposición de los depósitos de hidrógeno sólo requiere de tres a cuatro minutos, incluso en pleno invierno.
Jürgen Guldner, vicepresidente de Tecnología de Pila de Combustible de Hidrógeno y Proyectos de Vehículos del Grupo BMW, lo explica:
«El sistema de propulsión de pila de combustible de hidrógeno combina lo mejor de ambos mundos. Y lo hace, independientemente de la época del año y de las temperaturas exteriores: ofrece la movilidad sin emisiones locales de un vehículo eléctrico y la capacidad de uso diario sin restricciones -incluidas las paradas cortas para repostar- que se conoce de los modelos con motor de combustión interna”.
El sistema de propulsión del BMW iX5 Hydrogen combina la tecnología de pila de combustible con un motor eléctrico que utiliza la tecnología BMW eDrive de quinta generación.
El hidrógeno que utiliza como fuente de energía se almacena en dos depósitos de 700 bares fabricados con plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP).
La pila de combustible convierte el hidrógeno en energía eléctrica, generando una potencia de 125 kW/170 CV. Además, el motor eléctrico puede añadir a la mezcla la energía almacenada en una batería. Esta batería se carga a través de la recuperación de energía o de la pila de combustible. Todo esto significa que la potencia del sistema de 275 kW/374 CV está disponible cuando el conductor decide explorar la capacidad dinámica del coche. Y su calor residual se aprovecha con especial eficacia para calentar el interior del coche.
Todos los sistemas de propulsión, almacenamiento de energía y control superan las pruebas extremas del centro de Arjeplog de BMW.
Asimismo, testea sistemas como: dirección, muelles, amortiguadores, sistemas de control de chasis, interacción de los frenos de fricción y deceleración con recuperación de energía. También en este último caso, el BMW iX5 Hydrogen puede demostrar sus puntos fuertes porque pesa menos que un modelo eléctrico comparable.
La combinación de la pila de combustible y la batería de máxima potencia confiere al BMW iX5 Hydrogen un sistema de propulsión con gran potencial. Así, BMW podría ofrecer en el futuro vehículos con un sistema de propulsión de pila de combustible junto a sus modelos eléctricos de batería. Esto le permitiría, sobre todo, satisfacer las necesidades de movilidad de los clientes: sin acceso propio a la infraestructura de carga eléctrica; que realizan con frecuencia largas distancias; o que desean un alto grado de flexibilidad.
La necesidad de una amplia infraestructura de hidrógeno y su producción con fuentes renovables es esencial de cara al desarrollo de la tecnología. Según Guldner:
«Por ello, BMW Group apoya los esfuerzos de la Comisión Europea para poner en marcha el Reglamento de Infraestructuras de Combustibles Alternativos (AFIR). Cubre el despliegue paralelo de estaciones de servicio de hidrógeno y una infraestructura de recarga eléctrica.
De hecho, nos gustaría ver un plan aún más ambicioso y una aplicación más temprana”.
En el marco del paquete legislativo «Fit for 55«, lanzado como parte de su Green Deal, la Comisión Europea pretende crear una infraestructura básica obligatoria. Con la aplicación del proyecto AFIR, se establecerían estaciones de abastecimiento de hidrógeno de 700 bares a intervalos de un máximo de 150 kilómetros. Cubrirían las principales rutas de transporte en todos los estados miembros de Europa.
BMW apoya las actividades que se realizan en diferentes países europeo para desarrollar una economía de hidrógeno e impulsar la producción de hidrógeno verde. Entre ellas destacan los proyectos de hidrógeno a gran escala bajo el paraguas del IPCEI (Proyectos Importantes de Interés Común Europeo). Esta iniciativa de la Unión Europea, abarca toda la cadena de valor con su gama de proyectos: desde la generación de hidrógeno, pasando por el transporte, hasta aplicaciones como la calefacción de edificios, el suministro de energía, la industria y la movilidad. Algo que apoya e impulsa el Grupo BMW.
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