La localidad de San Roque, en Cádiz, se incorpora al mapa de la energía limpia gracias a una inversión de tres millones de euros concedida por el Gobierno central. Esta ayuda irá destinada a la compra de maquinaria para una planta de hidrógeno verde impulsada por Quantum Hydrogen, que forma parte de Capital Energies.

La actuación se enmarca en un programa estatal diseñado para acelerar el desarrollo de tecnologías limpias a través de la producción local de piezas y sistemas esenciales. En total, Andalucía capta más de 25 millones en esta convocatoria, con cuatro proyectos estratégicos.

Una apuesta clara de Quantum Hydrogen por el hidrógeno en Cádiz

Quantum Hydrogen, una filial de Capital Energies, ha conseguido respaldo financiero público para poner en marcha un ambicioso proyecto en San Roque. La subvención asciende a 3,03 millones de euros, una parte significativa de un plan cercano a los 8 millones, y que se extenderá durante cuatro años.

Esta iniciativa forma parte de Renoval, una línea de ayudas lanzada por el Ministerio para la Transición Ecológica con el fin de fortalecer la industria nacional vinculada a las energías limpias. En este caso, la inversión tiene como fin principal la adquisición de equipamiento necesario para la futura producción de hidrógeno renovable.

Hidrógeno verde en Andalucía

La planta será un paso más hacia la creación de una red industrial nacional capaz de suministrar los elementos técnicos que permiten desarrollar esta fuente energética, que será fundamental en el proceso de descarbonización.

Andalucía: foco industrial de tecnología limpia

El plan en San Roque no está solo. En total, la comunidad andaluza ha atraído ya más de 25 millones de euros en ayudas destinadas a impulsar la fabricación de tecnologías renovables. Entre los beneficiarios destacan compañías como Ariema Enerxia, con un proyecto centrado en la creación de componentes para electrolizadores en la provincia de Huelva. Esta propuesta ha conseguido la financiación más alta en la comunidad autónoma, con 18,9 millones, de un coste total de 34,7 millones.

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Por su parte, Zigor Corporación desarrollará sistemas para instalaciones fotovoltaicas gracias a una inyección pública de 2,7 millones, mientras que Intarcon, ubicada en Córdoba, se centrará en producir bombas de calor renovables con un presupuesto de algo más de dos millones.

Todos estos proyectos tienen un horizonte de ejecución de cuatro años y comparten una misma meta: dotar al tejido industrial andaluz de mayor capacidad para fabricar equipos necesarios para la transición energética.

Apoyo a Quantum Hydrogen: estrategia nacional con visión de futuro

El apoyo a Quantum Hydrogen en San Roque forma parte de una estrategia más amplia que afecta a 33 proyectos distribuidos por 12 comunidades autónomas. En conjunto, se destinarán 296 millones de euros en subvenciones para avanzar en la fabricación nacional de tecnologías energéticas limpias. El País Vasco, con seis iniciativas, y Castilla-La Mancha, con cinco, son líderes en número de proyectos. Andalucía les sigue de cerca con cuatro planes en marcha.

Andalucía impulsa el hidrógeno verde como motor económico y energético

Las inversiones están organizadas según las líneas tecnológicas clave. Un 30% de las ayudas se destinan a la producción de electrolizadores y otros elementos necesarios para la generación de hidrógeno renovable. Otro 33% va para desarrollos relacionados con la energía eólica, mientras que un 21% se dirige al ámbito solar. También hay proyectos centrados en sistemas de almacenamiento eléctrico y bombas de calor. Todas las propuestas deben cumplir con el principio europeo de no causar un perjuicio ambiental significativo, uno de los pilares fundamentales para acceder a los fondos.

En definitiva, San Roque suma un punto en el mapa verde de España, reforzando la apuesta por una industria energética más limpia y sostenible. Las ayudas públicas buscan acelerar la transición ecológica y crear un ecosistema industrial local fuerte, capaz de competir en el futuro mercado europeo de tecnologías renovables. Este impulso, aunque centrado en equipamiento y producción, también tendrá efectos en el empleo, la innovación y la competitividad, en un contexto donde la carrera por el hidrógeno verde apenas ha empezado.