La hoja de ruta de Ready4H2 indica acciones e hitos para las redes locales de gas europeas desde los distintos puntos de partida actuales y hacia el objetivo común de las alianzas de transición hacia una economía de hidrógeno. Todo ello se basa en un escenario de reducción de las emisiones de CO2 en más de 500 millones de toneladas anuales y la creación de cerca de un millon de puestos de trabajo en Europa.
En lo referente a la creación de empleo, la hoja de ruta habla de 290.000 puestos en la producción de hidrógeno verde, 135.000 en operaciones y mantenimiento y 542.000 en la producción de electricidad necesaria para el hidrógeno verde.
Peter Kristensen, presidente de Ready4H2, asegura: »Vemos un enorme potencial de la transición al hidrógeno en Europa, y con esta hoja de ruta, ahora somos concretos en cuanto a llegar a ella. Sin embargo, primero hay que tomar una serie de decisiones políticas. Un paso legislativo impactante podría ser, dar a los operadores de redes de gas locales un papel en la distribución de hidrógeno y un papel en la planificación estratégica de la futura infraestructura energética de Europa a través de la creación de una entidad europea independiente de operadores de sistemas de distribución para el gas natural y el hidrógeno. Esto facilitaría una mejor coordinación y armonización de las cuestiones de planificación, técnicas y de otro tipo, en colaboración con los gestores de redes de transporte de toda Europa. Hay que permitir que ambas entidades trabajen conjuntamente en planes nacionales de desarrollo a 10 años, al igual que en el caso de la electricidad».
Ready4H2 demostró en su primer informe que, en caso de sustituir todo el gas natural que sus miembros distribuyen por hidrógeno y gases renovables, se conseguiría reducir en más de 300 millones de toneladas las emisiones de CO2, una cifra mayor que las emisiones de Francia en 2020. Además, la introducción del hidrógeno en sectores como el del transporte, podría reducir las emisiones en 540 millones de toneladas anuales en Europa para 2050.
Según ha señalado Kristensen, la infraestructura de gas “puede hacer frente al rápido crecimiento de la cuota de energía eólica y solar variable, así como manejar la gran estacionalidad de la demanda y proporcionar un suministro fiable de hidrógeno incluso durante los inviernos más fríos, ayudando a los europeos a reducir la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles. Las instalaciones de almacenamiento subterráneo de hidrógeno a gran escala vinculadas a las redes de gas son la única capacidad de almacenamiento rápida y duradera a gran escala para hacer frente a esta variabilidad de la producción y la demanda”.
Aquí puedes consultar el informe completo de Ready4H2.
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