El transporte de hidrógeno verde desde España hacia Europa Central se perfila como una de las grandes oportunidades para las compañías energéticas en los próximos años. Este desafío, sin embargo, requiere de esfuerzos coordinados y complejas infraestructuras. Empresas como Iberdrola, Enel Green Power, E.ON y Mitsubishi han unido fuerzas para desarrollar una red de suministro que conecte la producción en España con los consumidores europeos, consolidando a nuestro país como un eje fundamental en la transición energética.
Entre los proyectos más destacados se encuentran Cicerone-CEO y Pontis, iniciativas que buscan facilitar el transporte de hidrógeno entre varios países de la Unión Europea. Ambos han sido reconocidos con el sello europeo CEF Energy Cross Border, un importante respaldo que asegura su viabilidad y contribución al intercambio de energía limpia. Estas iniciativas aún se encuentran en proceso de tramitación, con planes de ejecución que varían según el estado de avance en cada país.
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El objetivo principal es establecer instalaciones de producción y transporte en puntos estratégicos como Huelva, en el sur de España, y Róterdam, en los Países Bajos. Desde estos lugares, el hidrógeno y el amoníaco verde se distribuirán a los principales centros industriales europeos. Iberdrola, por su parte, ha anunciado la construcción de la primera planta de amoníaco verde en Europa, ubicada en Huelva, con una inversión proyectada de 750 millones de euros, afianzando su compromiso con la exportación de energías renovables.
Instalaciones para la producción de hidrógeno
El proyecto Cicerone tiene como meta alcanzar 1 gigavatio (GW) de energía renovable para el año 2032, convirtiéndose en una de las cadenas de valor más ambiciosas para el hidrógeno verde, según subrayó E.ON. Esta iniciativa busca posicionarse como un referente en la producción y distribución de energía limpia a gran escala en Europa.
En los planes preliminares del proyecto se prevé la creación de más de 800 megavatios (MW) adicionales de energías renovables, principalmente fotovoltaica, en países como España e Italia. También está incluida una planta de 120 MW para la producción de amoníaco verde en España, junto con una terminal en Róterdam que permitirá la conversión de amoníaco en hidrógeno a nivel industrial. Iberdrola jugará un papel clave, con la construcción de 400 MW en instalaciones solares que abastecerán la producción de hidrógeno, además de un acuerdo a largo plazo (PPA) vinculado a la planta de amoníaco verde, prevista para estar operativa en 2028.
Durante los 23 años de vida útil del proyecto, se espera que el hidrógeno verde generado reemplace alrededor de 8,5 TWh de energía proveniente de fuentes fósiles, mientras que la electricidad renovable producida también alimentará las redes locales.
El papel de España en Europa
La colaboración entre Iberdrola y Mitsubishi, consolidada en 2021, tiene como objetivo impulsar soluciones renovables que contribuyan a la descarbonización de la industria mundial. Su proyecto conjunto, Pontis, utilizará 750 MW de energía renovable generada en España para producir hidrógeno mediante electrólisis en el puerto de Huelva. Este hidrógeno se combinará con tolueno para crear metilciclohexano (MCH), que será enviado a Róterdam para su procesamiento y uso industrial.
Pontis se ha convertido en el primer proyecto en Europa que utilice un portador orgánico líquido de hidrógeno. A diferencia del amoníaco, el MCH se mantiene en estado líquido a temperatura y presión ambiente, lo que simplifica tanto su transporte como su almacenamiento. Este innovador sistema refuerza el papel de España como un importante proveedor de hidrógeno para el centro de Europa, donde existe una creciente demanda para la industria.
Por su parte, la empresa española CEPSA está desarrollando proyectos de hidrógeno por valor de 2.000 millones de euros en Huelva y Cádiz, enfocados en abastecer a las industrias alemananas. Pero no sólo firmas nacionales están invirtiendo, otra compañías internacionales como Trina Solar y Hygreen también han comprometido capital para la producción de hidrógeno, subrayando el atractivo de España en la carrera por la transición energética.