Viritech es el nombre de la joven compañía británica que desarrolla el Apricale, un hiperdeportivo de hidrógeno. La empresa quiere dar a conocer su revolucionaria tecnología de hidrógeno, a través del hipercar, para después mostrar su capacidad para otras aplicaciones. El hipercar es capaz de desarrollar 1.100 CV de potencia; pesa la mitad que sus competidores en baterías; y sólo producirán 25 unidades.
Toda una exhibición tecnológica que será capaz de rivalizar con superdeportivos tan espectaculares como el Lotus Evija o los Carmen, de Hispano Suiza. Eso sí, a un precio mayor, ya que se acercará a los dos millones de euros.
La evolución de la tecnología de hidrógeno está detrás de ese precio, entre otros motivos. El equipo de Viritech ha desarrollado unos recipientes a presión de hidrógeno, reforzados con grafeno. Puesto que forman parte de la estructura del propio vehículo, han conseguido reducir peso y coste.
Lo cierto es que sus especificaciones invitan a admirar la silueta y prestaciones del hipercar (1.100 CV y unos 800 km de autonomía). Pero su coste, esperamos, pueda reducirse en el caso de “otras aplicaciones”, porque este nivel de precios no parece que pueda estandarizar el uso del hidrógeno.
El hipercar se está desarrollando en el Parque Tecnológico de MIRA de Warwickshire. Y desde la propia empresa, tal y como han comentado a Autocar, quieren llegar a ser “el desarrollador líder mundial de soluciones de propulsión de hidrógeno”.
Las ventajas del sistema de Viritech
El cofundador de Viritech, Matt Faulks, un ex ingeniero de Fórmula 1, describió las razones del enfoque de Viritech hacia el hidrógeno para Autocar:
“Te encuentras con dos problemas cuando vas por el camino de la batería. Uno es el ‘elemento de composición masiva’: cuanto más almacenamiento de energía necesitas, más pesado se vuelve el automóvil.
El segundo es el uso continuo de grandes cantidades de materias primas en la construcción de paquetes de baterías muy grandes, que son potencialmente reciclables, pero incluso hoy estamos luchando para recuperar el litio de manera que pueda volver a usarse».
En consecuencia, el Apricale «traspasará los límites de la tecnología«. Se ha desarrollado enfatizando el mantenimiento de un peso bajo, pero, igualmente, sin que eso menoscabe la diversión a la hora de coger el volante.
Problemas que soluciona el Apricale
Los problemas con un tren motriz FCEV, como lo percibe Faulks, se centran principalmente en el almacenamiento del hidrógeno y el peso del hardware. Para superar estos obstáculos, el Apricale utiliza ‘recipientes a presión de hidrógeno reforzados con grafeno‘. Eso significa que los tanques de almacenamiento de hidrógeno forman un elemento estructural del chasis. Y, en consecuencia, se reduce el peso y el coste, al tiempo que se simplifica la estructura.
Viritech ha presentado una patente para esta tecnología, que Faulks identifica como un «componente clave» de Apricale y los futuros productos Viritech.
El hiperdeportivo será la primera aplicación automotriz de esta tecnología. Sin embargo, Viritech se enfoca hacia otro tipo de vehículos, como los vehículos comerciales, turismos y SUV, camiones, etc… dada la autonomía para larga distancia de un tren motriz FCEV. Es algo que llevan años desarrollando otras marcas, como Hyundai o Toyota.
Para demostrar la viabilidad de su propulsión de hidrógeno, Viritech ha mostrado también su concept SUV Tellaro. Muestra cómo la tecnología de reducido peso de la compañía puede adaptarse a otros tipos de vehículos, supuestamente más pesados.
La propia empresa indica:
“Compartiremos este concepto con los muchos fabricantes de equipos originales que participan en la transición a vehículos eléctricos. Demostraremos cómo un SUV de hidrógeno podría llevarse del concept al mercado”.
Las pruebas dinámicas en MIRA del primer prototipo de Apricale empezarán en 2022 y el lanzamiento de la producción en serie llegará en 2023.
Según Timothy Lyons, director ejecutivo y fundador de Viritech:
“La revolución del hidrógeno complementará la electrificación de la movilidad y representará 400 millones de automóviles, 20 millones de camiones y cinco millones de autobuses. Y esa revolución comienza aquí».
Fuente: Autocar