La ciudad de Fukuoka (Japón) y Toyota han firmado un acuerdo de asociación con el objetivo de construir una sociedad de hidrógeno. La alianza, en la que también participará Commercial Partnership Technologies Corporation (CJPT), se centrará, de momento, en la introducción de vehículos de pila de combustible.
El interés por el hidrógeno no es nuevo en la ciudad de Fukuoka y ya inició el proyecto Hydrogen Leader City. Como parte de esta iniciativa, la ciudad lanzó el primer proyecto a nivel mundial con el objetivo de producir hidrógeno a partir de aguas residuales domésticas públicas y suministrarlo a vehículos de pila de combustible. También fue la primera ciudad de Japón en realizar varias pruebas de verificación para camiones y motocicletas equipados con tecnologías de pila de combustible.
La iniciativa de Fukuoka y Toyota
La ciudad de Fukuoka y Toyota han mantenido numerosas conversaciones con respecto a hacer que el hidrógeno sea más familiar para los residentes y fomentar su uso sostenible y práctico. De hecho, su primera colaboración en el campo del hidrógeno se implementó en noviembre de 2021 durante la ronda final de la Super Taikyu Series. En esta carrera, Toyota utilizó hidrógeno producido a partir de las aguas residuales domésticas públicas de la ciudad para alimentar sus vehículos con motor de hidrógeno.
Bajo el marco de la asociación, Fukuoka y Toyota, en colaboración con CJPT, debatirán sobre otros temas relacionados con el hidrógeno como desarrollar y usar vehículos que puedan apoyar la infraestructura social y crear modelos logísticos para ellos, usar hidrógeno en instalaciones y eventos centrados en los residentes y y revisar las regulaciones requeridas para realizar una sociedad del hidrógeno. En primera instancia, se contempla el uso de vehículos de pila de combustible para camiones de reparto de comidas escolares y de servicio de recogida de basuras.
El hidrógeno en Japón
La gran dependencia energética exterior es una de las causas por las que Japón quiere desarrollar tecnologías de hidrógeno verde para la generación de energía. Además de esta situación, el país ha fijado su objetivo de descarbonización para 2050.
Sin embargo, para alcanzar la meta de reducir dependencia y conseguir el cero neto, las cosas han de cambiar mucho. Japón llegó a ser la tercera economía mundial gracias a la industrialización basada en energías procedentes de petróleo, gas y carbón importados. Actualmente, tres cuartas partes de su energía dependen de las térmicas.
Pero su apuesta por el hidrógeno es firme y clara, a pesar de su alto coste y la necesidad de mayor investigación. Mientras que consideran que la eólica y solar no son suficientes para cumplir el objetivo de descarbonización, el país nipón fija su apuesta en el hidrógeno como vector energético de futuro.
Así, el gobierno ha invertido grandes cantidades en investigación y desarrollo de hidrógeno. En su hoja de ruta, se contempla la aportación de un 10% de la energía del hidrógeno y combustibles afines para 2050, para usos que incluyen el transporte marítimo o la producción de acero.