Según un estudio de Nature Energy, el suministro de hidrógeno verde será escaso a corto plazo e incierto a largo. Señala que, aun creciendo a la velocidad de las energías renovables, el suministro será de menos del 1% de la energía final global en 2035; en Europa, del 1% para 2030. El estudio indica que si no se toman medidas importantes, el avance del hidrógeno verde será lento y, por tanto, incierta su disponibilidad futura.
Concretamente, el plan de la UE para 2030 de llegar a suministrar 10 millones de toneladas de hidrógeno verde está fuera de su alcance. La única forma de lograrlo sería que los formuladores de políticas pudieran fomentar un crecimiento nunca visto antes para una tecnología energética.
La evolución también indica, según el estudio de Nature Energy, que para 2040 prevalecen las incertidumbres. Y eso, a pesar de un gran avance hacia mayores acciones de hidrógeno verde. Todo ello, no genera sino grandes dudas sobre las inversiones que se deben hacer actualmente.
Sin embargo, también señalan que la historia muestra cómo medidas políticas de emergencia podrían impulsar el crecimiento del hidrógeno verde. Esas medidas acelerarían su avance y, en consecuencia, la mayor disponibilidad futura.
Otros datos del estudio de Nature Energy
El hidrógeno verde es una de las grandes esperanzas para un escenario de emisiones netas cero. La electricidad renovable que hay por detrás permite hablar de un avance hacia la neutralidad.
Adrian Odenweller, del Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam (PIK) y autor principal del estudio publicado en Nature Energy, ha explicado:
“Gran parte del debate y la investigación en torno al hidrógeno ha girado en torno a cuestiones relacionadas con: la demanda de aplicaciones, mercados y sectores adecuados. Pero, hasta ahora, ningún estudio analizó el cuello de botella de las posibles vías de expansión para la electrólisis, una tecnología de suministro en su infancia que necesita experimentar una rápida innovación y despliegue para liberar su potencial para la mitigación del cambio climático”.
Los electrolizadores actuales son en su mayoría pequeños y fabricados individualmente. Sin embargo, la capacidad global debe multiplicarse por 6.000-8.000 para 2050. Será la forma de conseguir alcanzar escenarios de neutralidad climática acordes con el Acuerdo de París.
Esto empequeñece el aumento de 10 veces requerido simultáneamente de energía renovable, que está fácilmente disponible y tiene un coste competitivo.
El equipo de investigación utilizó un simulador por computadora de difusión de tecnología energética y exploró miles de mundos posibles. Así, analizó las probabilidades y la viabilidad de aumentar la capacidad de electrólisis.
Conclusión
Según Falko Ueckerdt, coautor del estudio publicado en Nature Energy:
“El amplio éxito del hidrógeno verde no es en absoluto un hecho. Incluso con las capacidades de electrólisis creciendo tan rápido como la energía eólica y solar: existe una fuerte evidencia de escasez a corto plazo e incertidumbre a largo plazo en términos de disponibilidad de hidrógeno verde”.
Y, además:
“Ambos impiden la inversión en infraestructura y usos finales del hidrógeno, lo que reduce el potencial del hidrógeno verde y pone en peligro los objetivos climáticos. No obstante, si bien esto podría hacer que el hidrógeno verde sea una apuesta arriesgada desde una perspectiva política, los análogos históricos también sugieren que: las medidas políticas de emergencia podrían fomentar tasas de crecimiento sustancialmente más altas, acelerando el avance y aumentando la probabilidad de disponibilidad futura de hidrógeno”.
Según el estudio, las políticas que aceleren el despliegue de electrolizadores con capacidad a escala de gigavatios en los próximos años: podrán ayudar a desbloquear una innovación sustancial y efectos de escala. Asimismo, podrán permitir que el hidrógeno verde satisfaga la demanda en sectores inaccesibles a la electrificación directa.
FUENTE: Nature Energy y Europa Press