GMW-FTXT desplegó recientemente una flota de camiones propulsados por hidrógeno en China, que ya ha recorrido un total de 64.465 kiómetros. La compañía ha informado de que la estabilidad y la seguridad del vehículo son excelentes, con índices de fallo muy bajos.

Los vehículos cuentan con una autonomía máxima de 580 kilómetros con cada repostaje y un consumo de 4,7 kilogramos de hidrógeno cada 100 kilómetros. En total, el uso de los camiones ha contribuido a la reducción de 35 toneladas de emisiones de CO2. Con todo ello, los profesionales de la logística chinos gan destacado los beneficios económicos, sociales y ambientales de este tipo de vehículos.

La flota de vehículos desplegada ha entrado en acción, principalmente, en el negocio de transporte de piezas de coches, y han circulado entre la ciudad de Baoding, en la provincia de Hebei, y la ciudad de Tanjin. La distancia que separa ambas urbes es de 193 kilómetros y se puede recorrer mediante la primera autopista interprovincial del mundo preparada para el repostaje de hidrógeno.

Este proyecto tiene por objetivo demostrar la viabilidad del transporte pesado con hidrógeno, contribuyendo a la construcción de infraestructura de repostaje y de producción de hidrógeno en China.

La movilidad con hidrógeno en China

China ha dicho que apunta a tener 1 millón de vehículos impulsados por hidrógeno en sus carreteras para 2030, atendidos por 1.000 estaciones de servicio, según una hoja de ruta publicada en 2016 por un comité asesor de la Sociedad de Ingenieros Automotrices de China.

Sin embargo, el sector sigue sin explotarse en gran medida debido a los altos costes, el rango de conducción limitado y la falta de estaciones de servicio. Las empresas que utilizan este tipo de vehículos dependen en gran medida de generosos subsidios gubernamentales: 240.000 yuanes (33.947 dólares) por cada coche impulsado por hidrógeno y hasta 400.000 yuanes (56.528 dólares) para camiones.

La posición de China en la carrera del H2

China es el mayor productor mundial de hidrógeno. Cada año, produce cerca de 33 millones de toneladas para su uso en las industrias química, de refinación y metalúrgica, por lo que tiene un mercado listo para la adopción del hidrógeno verde. Impulsado por los objetivos estatales de descarbonización, se espera que la adopción de hidrógeno limpio por parte de China se acelere rápidamente en los próximos años, con 38 GW de capacidad de electrolizadores pronosticados para 2030. De hecho, el país albergará la instalación de producción de H2 verde más grande del mundo, que el gigante petrolero Sinopec construye en Xinjiang y espera tener listo en junio.

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