Proyecto de Sinopec en Kuqa (China).
La Administración Nacional de Energía de China (NEA) ha presentado un ambicioso programa piloto con el objetivo de ampliar significativamente la producción, infraestructura y uso final del hidrógeno verde en todo el país.
La iniciativa se encuadra en la estrategia energética del país, con objetivos fijados para 2035 y en la que se incluye un compromiso nacional muy firme en materia de hidrógeno, incluso siendo el líder mundial indiscutible actualmente en esta materia.
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El programa incluye 11 categorías de proyectos piloto, que abarcan la producción de hidrógeno verde, el almacenamiento de larga duración, el transporte, las aplicaciones de uso final, los centros energéticos integrados y la investigación y el desarrollo. De igual manera, fomenta la participación de los gobiernos regionales chinos y las empresas.
Uno de los principales puntos del programa es la producción de hidrógeno verde a gran escala. Para ello, las instalaciones piloto deben tener una capacidad mínima de 100 MW o generar más de 20.000 metros cúbicos, el equivalente a 1,67 toneladas de hidrógeno por hora. Además, estas plantas podrán obtener un máximo del 20 % de su energía de la red, manteniendo al menos el 50 % de su carga operativa, lo que impulsa la alta eficiencia y la dependencia de las energías renovables.
Otras de las categorías del programa contemplan electrolizadores fuera de la red para regiones remotas, mezcla de hidrógeno en plantas de energía fósil y almacenamiento de energía de larga duración basado en hidrógeno, lo que subraya la intención del gobierno de integrar el hidrógeno en varios sectores de la economía energética.
El gigante asiático ya dispone de algunos proyectos de gran envergadura, como la planta de hidrógeno y amoníaco de 500 MW de Envision Energy en Chifeng, que comenzó a producir en 2024. Como resultado de este programa, se espera el desarrollo de proyectos similares en toda la geografía del país.
En 2024, China produjo cerca de 36,5 millones de toneladas de hidrógeno verde, según datos de la Administración Nacional de Energía (NEA). No obstante, el hidrógeno gris, producido a base de combustibles fósiles, continuó siendo el dominante representando el 56% de la producción. Por su parte, el hidrógeno generado a partir de electrólisis supuso 320.000 toneladas.
Cabe destacar también que, en 2024, China inauguró 35 nuevos proyectos de hidrógeno, lo que ha contribuido de forma significativa al aumento de su capacidad de producción.
El principal reto en China es el mismo que en algunos otros países bien posicionados en materia de producción de hidrógeno: el coste. En el país asiático, el hidrógeno verde es entre dos y tres veces más caro que el hidrógeno gris. Mientras el reformado de metano o la gasificación de carbón son métodos más baratos, la electrólisis con energías renovables todavía implica un coste elevado por kWh, además del alto precio de los electrolizadores.
Por último, China deberá solventar el desafío de la red de transporte y almacenamiento de hidrógeno, aún muy limitada. Por el momento, no hay suficiente infraestructura para transportar grandes volúmenes de hidrógeno desde los centros de producción hasta los consumidores industriales y el sector del transporte.
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