Las previsiones para el sector del hidrógeno en China apuntan a un fuerte crecimiento a medida que los gobiernos locales anuncien sus planes de producción. Sin embargo, estos proyectos podrían superar con creces el objetivo nacional y, por tanto, generar un sobreexceso de capacidad.
Tras el anuncio de Pekín de su primera estrategia nacional de hidrógeno en marzo de 2022, los gobiernos provinciales y municipales de China se han subido al carro del hidrógeno y han implementado planes para desarrollar esta industria.
China, que ya es el mayor productor de hidrógeno del mundo, representó alrededor del 60 % de las ventas mundiales de electrolizadores en 2022 y se estima que dominará al menos la mitad del mercado mundial en 2023, según BloombergNEF.
Sin embargo, según explica la entidad, la demanda de hidrógeno verde sigue siendo baja a nivel mundial, con una demanda proyectada de 10 gigavatios (GW) en 2025, muy baja en comparación con los cerca de 71 GW de capacidad de fabricación de electrolizadores que estarán listos a finales de 2024.
China tiene el objetivo de contar con, al menos, 50.000 vehículos eléctricos de pila de combustible de hidrógeno en sus carreteras para 2025. En línea con esta meta, el país también persigue producir entre 100.000 y 200.000 toneladas de hidrógeno verde para el mismo año.
Sin embargo, el problema que se plantea actualmente es que los objetivos nacionales se están viendo eclipsados por los planes desplegados por los gobiernos locales. Ejemplo de ello es que, solo los objetivos combinados de producción de hidrógeno verde de las provincias de Mongolia Interior, Qinghai y Gansu ascienden a 740.000 toneladas de hidrógeno anuales para 2025. De igual manera, 13 provincias apuntar a tener 110.000 vehículos de hidrógeno en circulación para 2025, y todavía se espera que más provincias anuncien sus planes.
Aun así, los objetivos serán difíciles de cumplir. Según datos de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles, en 2022, las ventas de vehículos de hidrógeno fueron de 3.367 unidades. Para alcanzar el objetivo de 50.000 para 2025, las ventas deberían cuadruplicarse respecto a las de 2022.
Al igual que en todo el mundo, el mercado del hidrógeno en China se encuentra todavía en una etapa incipiente, con grandes desafíos en torno al ritmo de las reducciones de costes y la integración de la cadena de suministro.
Según Keving kang, economista jefe de KPMG China, «el modelo de negocio de la energía del hidrógeno aún no se ha establecido por completo. En la actualidad, todavía depende en gran medida de las políticas gubernamentales para impulsar el desarrollo de la industria”.
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