Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 no sólo han mostrado la apuesta de Japón por el hidrógeno verde, sino un legado importante de H2. Lo apuntábamos hace unos días y ahora nos ocupamos de ese legado, que ya está documentado a través de 24 estudios.
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han destacado por aspectos como: una mayor participación deportiva; un mayor compromiso; e iniciativas para crear una ciudad más sostenible. Así lo han recogido los estudios publicados por el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y el Gobierno Metropolitano de Tokio (TMG).
Concretamente, han sido 24 los estudios publicados para documentar el legado de los Juegos Olímpicos. El enfoque está en línea con el del Comité Olímpico Internacional (COI), introducido como parte de la Agenda Olímpica 2020. Su objetivo: garantizar que sean los Juegos los que se adaptan a sus anfitriones y a las necesidades de éstos, y no al revés.
De esta forma lo expresaba Tania Braga, directora de Legado del COI:
“Nuestro objetivo principal es garantizar que los Juegos generen beneficios a largo plazo que ayuden a los anfitriones a avanzar en sus objetivos de desarrollo sostenible. Algo que se ha reflejado muy bien aquí en Tokio».
Por su parte, Akira Tanaka, director senior de TMG:
“En 1964, se construyeron la Autopista Metropolitana y el Tokaido Sanyo Shinkansen. Y, además, la infraestructura para ayudar a Japón a reconstruirse tras la destrucción de la posguerra. Ese fue el símbolo de los Juegos.
Esta vez, en Tokio 2020, hemos presentado iniciativas para realizar cambios cualitativos en la ciudad de Tokio. Los temas del legado de estos Juegos son: seguridad y protección, desarrollo urbano, deporte y salud”.
Hidrógeno en Tokio 2020
Los Juegos de Tokio 2020 también han contribuido a hacer de la capital una ciudad más segura, inclusiva e inteligente.
De las 43 sedes de competición utilizadas para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, solo ocho se construyeron desde cero. Pero su construcción tuvo en cuenta consideraciones sociales y ambientales, así como el legado para garantizar el uso a largo plazo después de los Juegos.
La Villa Olímpica muestra un enfoque sostenible del desarrollo urbano que también incorpora aspectos sociales y ambientales. Incluye la introducción de un sistema de energía que produce electricidad generada por hidrógeno.
Después de los Juegos, la Villa se convertirá en la primera ciudad de Japón impulsada por hidrógeno. Asimismo, en un complejo sin barreras con viviendas residenciales y sitios para intercambios internacionales, actividades multigeneracionales en educación, cultura y deporte, y colaboración público-privada. Además, los Juegos crearon una oportunidad para regenerar el paseo marítimo de Tokio, mejorando el transporte y el acceso al área de la bahía.
Igualmente, los Juegos también se han enfocado en la movilidad futura con un alto rendimiento medioambiental. Especialmente, aprovechando el hidrógeno, los vehículos de pila de combustible (FCV) y las tecnologías de pila de combustible.
Además, de los alrededor de 500 coches de hidrógeno que formaban parte de la flota olímpica, Toyota, socio olímpico mundial, proporcionó aproximadamente 100 autobuses de hidrógeno antes de los Juegos, como parte del sistema de transporte público de Tokio.
Fuente: The News Market