La apuesta por el hidrógeno verde en Portugal parece apagarse tras las noticias de inviabilidad del proyecto H2Sines. La planta de hidrógeno verde, preveía una inversión inicial de 1.500 millones y la creación de mil puestos de trabajo. Ahora, el consorcio de empresas se tambalea.


H2Sines era, posiblemente, el proyecto de energía verde más ambicioso de los últimos años en el país vecino. Orientado hacia la producción de hidrógeno verde a gran escala, el consorcio de empresas estaba formado por: EDP, que lo lideraba, mientras que Galp, Martifer y REN, más la danesa Vestas, lo secundaban.

Actualmente, la iniciativa se tambalea. El socio principal indica que puede abandonar el proyecto y eso hace que los demás también se lo planteen. H2Sines es una iniciativa con un coste muy alto para un momento tan incierto como el actual.

Incluso hay especulaciones sobre la viabilidad económica del presupuesto del consorcio, según el diario digital ‘Dinheiro Vivo’. Es socio del periódico ‘Diário de Notícias’ y de la emisora de radio TSF.

En consecuencia, el proyecto H2Sines queda en el aire, como los empleos y el supuesto desarrollo que podría conseguir esta zona del Alentejo.

Y no sólo eso, sino que aparecen dudas sobre la idea de Portugal de terminar con la producción de carbón en 2025.

Inviabilidad de H2Sines

Todo apunta a que el consorcio podía no contar con el respaldo de gobierno socialista de Antonio da Costa. Y sin él, la viabilidad no parecía posible. Salvo por lo que respecta a la implicación testimonial, el gobierno no ha dado otros pasos para avanzar en el megaproyecto.

Es evidente que el momento es complicado. Con mayor motivo, según explica ABC, cuando el Ejecutivo está atascado con las reclamaciones millonarias de dinero público de TAP y Novo Banco.

Portugal y el hidrógeno verde

Lo cierto es que los informes apuntan a que la segunda parte de la década tendrá en el hidrógeno un importante avance. Es algo de lo que EDP se podría aprovechar.

Sin embargo, el Ejecutivo portugués se inclinaba porque el hidrógeno verde producido fuera para exportación. Y eso es algo que no convence a EDP, que ya tiene sus propios planes internacionales. El desacuerdo ha confluido con el delicado momento económico en Portugal y eso puede echar por tierra el proyecto H2Sines.

EN contrapartida, España podría salir beneficiada. De hecho, explica ABC, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acaba de señalar que pretende:

“Situar España a la cabeza de la Unión Europea como país productor de energía con el hidrógeno verde como materia prima, abogando por aprovechar el marco regulatorio que ya se está gestando a nivel europeo”.

Sánchez pronunció estas palabras en Toledo, durante la presentación de unos planes conjuntos de Iberdrola y Cummins. En ese foro, además, indicó que, para 2030, España debería poder utilizar suficiente hidrógeno renovable para que significara el 25% de la producción energética.

A cambio, eso requerirá una inversión gigantesca, de 8.900 millones de euros, con el fin de sustentar económicamente esta iniciativa. De cara a 2050, el hidrógeno verde podría suponer la mitad de la energía verde.

Un duro golpe para Portugal

EDP puede contraatacar en el mercado al alza del hidrógeno verde, según las informaciones. Sin embargo, no será fácil que se recupere del golpe recibido ya que España parece avanzar con fuerza, al menos desde hace unos meses.

La potencia instalada en suelo español tal vez llegue a los 600 megavatios al año de aquí a 2025. Eso según los habituales informes triunfalistas que a menudo esgrime Pedro Sánchez.

En esa línea, la energía del transporte terrestre puede concentrar un fuerte avance, especialmente en el transporte de mercancías. Las estimaciones indican que un tercio del combustible utilizado en 2050 con este fin podría ser hidrógeno verde.