El Piper PA-46, equipado con un motor de hidrógeno y desarrollado por ZeroAvia, se estrelló durante un vuelo de prueba en abril de 2021. Ahora, la División de investigación de Accidentes Aéreos del Reino Unido (AAIB) ha concluido que el hidrógeno no fue el responsable.


Hemos hablado otras veces de ZeroAvia y sus aviones de hidrógeno. La compañía lleva tiempo realizando pruebas y está preparando su primer vuelo comercial para 2024.

El 29 de abril de 2021, una de las pruebas acabó con la aeronave aterrizando de emergencia cerca del aeropuerto de Cranfield (UK). No hubo heridos y el avión sufrió daños leves.

La Subdivisión de Investigación de Accidentes Aéreos del Departamento Británico de Transporte realizó su propia investigación.

El prototipo utilizado para el proyecto HyFlyer hizo su vuelo inaugural equipado con un motor puramente eléctrico en junio de 2020. Ese mismo año, en septiembre, el avión realizó su primer vuelo propulsado por una pila de combustible de hidrógeno. Según ZeroAvia, el accidente del mes de abril tuvo lugar durante el vuelo número 6 de pruebas.

El avión del accidente era un biplaza Piper Malibu Mirage modificado. Funcionaba con un par de motores eléctricos YASA en su única hélice delantera de paso variable. La energía procedía de un sistema híbrido: un paquete de baterías Li-NMC de 16,25 kWh y una celda de combustible de hidrógeno.

La propulsión podía utilizar tres modos: sólo batería (salida máxima de 100 kW), sólo celda de combustible (salida máxima de 100 kW) o ambas fuentes activas (salida máxima de 200 kW).

La paralización del sistema

El accidente tuvo lugar cuando el Piper PA-46, registrado como G-HYZA, estaba realizando pruebas de vuelo experimentales en el aeropuerto de Cranfield. En el momento de detener la batería, para dar paso a la pila de combustible de hidrógeno, el avión perdió potencia.

Los intentos para reiniciar el sistema y restaurar la energía eléctrica no tuvieron éxito. En consecuencia, el piloto tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en un campo cerca de la pista del aeropuerto de Cranfield.

El problema se produjo al apagar el sistema de la batería y cortar la alimentación de la hélice. Parece ser que el flujo de aire a través de la hélice comenzó a impulsarla. Eso provocó que los motores eléctricos comenzaran a actuar como generadores.

Ya había ocurrido en vuelos anteriores, incluido uno más temprano ese día, pero a velocidades aerodinámicas más lentas. Cuando ZeroAvia probó velocidades más altas, el voltaje generado por la hélice de rueda libre aumentó hasta un punto que activó la protección contra sobrevoltaje en el inversor, apagando el sistema.

Los fallos de ZeroAvia

Ahora, los investigadores de accidentes aéreos del Reino Unido han dado por finalizada las investigaciones del accidente. El informe, publicado el 7 de julio, explica que no se habían realizado suficientes pruebas de tierra. En consecuencia, el procedimiento de emergencia para despejar un bloqueo del inversor no fue efectivo.

El estudio también destaca que no se había llevado a cabo una investigación sobre una pérdida de energía anterior debido a un bloqueo del inversor en un vuelo previo. Que, por tanto, no se había revisado la evaluación de riesgos. Y que, además, se habían realizado cambios sobre la marcha en el plan de pruebas de vuelo.

Igualmente, el informe señaló que el director ejecutivo y el director de pruebas de vuelo habían asumido la gestión diaria del programa. Y que su enfoque se centró en cumplir los objetivos del proyecto, a pesar de la falta de experiencia en pruebas de vuelo y en seguridad.

Errores de la compañía y del equipo

Concretamente, el informe explica sobre los responsables:

“Fueron influenciados para tomar una decisión oportuna por la cultura dentro del operador y el entorno competitivo en el que estaban trabajando. Ninguno de los miembros del equipo de pruebas de vuelo tenía capacitación formal en pruebas de vuelo; incluso experiencia en un programa de pruebas de vuelo profesional. Por tanto, no había nada dentro de su propia experiencia para influir en ellos y que adoptaran un enfoque más cauteloso y sistemático”.

Los errores del equipo, según el informe, incluyeron: pruebas en tierra insuficientes; procedimientos de emergencia ineficaces; investigación insuficiente de pérdidas de energía anteriores; falta de revisión de las evaluaciones de riesgo después de las pérdidas de energía anteriores; y cambios sobre la marcha en el plan de prueba de vuelo sin seguir procedimiento apropiado.

ZeroAvia ha emitido un comunicado dando la bienvenida a los hallazgos del informe. Además, han asegurado que han reforzado desde entonces su cultura; ha agregado miembros del equipo «ampliamente calificados» a sus equipos de diseño, aeronavegabilidad y pruebas de vuelo; y ha establecido un sistema de gestión de la seguridad de nivel aeronáutico.

Lo cierto es que en ningún momento el sistema de hidrógeno corrió riesgo. De hecho, desde ZeroAvia indican que si el avión hubiera sido de combustión, habría ardido.

Sin embargo, la División de Accidentes Aéreos, como resultado del suceso y las investigaciones, ha hecho recomendaciones a la Autoridad de Aviación Civil de Reino Unido. Entre ellas, una mayor claridad y seguridad en los proyectos experimentales. Todo un toque de atención para quienes se han embarcado en la carrera de descarbonización del transporte con energías alternativas.

FUENTES: Aerotime HUB. Hydrogen Central.