¿Puede el hidrógeno verde ayudar a reducir significativamente la huella de carbono de la industria minera?

La respuesta es sí, dado que el hidrógeno es capaz de impulsar los procesos de producción y sirve como materia prima para la fabricación de explosivos. El hidrógeno verde está captando cada vez más el interés de la industria minera por estas razones.

Los metales juegan un papel vital en la transición energética. Se utilizan en palas de turbinas eólicas, paneles solares y baterías de coches eléctricos. El auge de las fuentes de energía renovable y los dispositivos que funcionan con baterías está impulsando el consumo mundial de metales. Para la industria minera, esto significa una demanda creciente. Es por eso que el sector quiere transitar hacia procesos sostenibles y libres de carbono, para apoyar la transición energética de manera legítima.

Aplicaciones del hidrógeno verde en la industria minera

Hoy en día, la industria minera tiene como objetivo utilizar hidrógeno verde como combustible libre de carbono para sus vehículos pesados, como camiones y trenes de transporte minero. No en vano, un solo camión consume 3.000 litros de diésel al día y hay casi 50.000 en funcionamiento en todo el mundo.

Pero el atractivo del hidrógeno verde para las empresas mineras va más allá de la promesa de una movilidad libre de carbono. De hecho, Koen Langie, desarrollador senior de hidrógeno y director del programa de minería de ENGIE, cree que «impulsará la productividad en el sector porque la tecnología de pilas de combustible de hidrógeno es más fiable que la de los motores de combustión para un uso intensivo 24 horas al día, 7 días a la semana».

Por otra parte, el hidrógeno verde, almacenado localmente y utilizado cuando se necesita, abre un campo de posibilidades: la electricidad que se obtiene a partir de él se puede utilizar para impulsar procesos de producción a base de minerales, generar calor de alta calidad, etc. Y, como materia prima, el hidrógeno verde puede ayudar a fabricar explosivos «descarbonizados», que luego pueden usarse en operaciones mineras.

Por ello, el hidrógeno puede ayudar a mejorar la autonomía energética de los emplazamientos mineros. La producción de hidrógeno en minas o cerca de ellas es, por tanto, un factor determinante para una industria que a menudo opera en lugares remotos, en países con buen acceso a energías renovables, como la energía solar en Chile, China, México, Australia, Sudáfrica, etc.

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