Un nuevo informe de Ready4H2, en el que participan un total de 90 distribuidoras europeas en 17 países, muestra cómo las redes de distribución de gas agregarán un valor significativo al futuro desarrollo europeo del hidrógeno, haciendo posible la consecución de los ambiciosos objetivos climáticos del paquete Fit–for–55 de la Unión Europea.
El documento indica que, en un futuro escenario de descarbonización que incluya grandes volúmenes de hidrógeno y metano verde, la inversión en una infraestructura combinada de electricidad y gas sería capaz de ahorrar en 41 millones de euros las inversionales anuales en infraestructura energética de 2031 a 2050, en comparación con un escenario dominado por la electrificación.
Peter Kristensen, presidente de Ready4H2, señala: “En el camino hacia la descarbonización en Europa, buscamos la forma más rentable de alcanzar la descarbonización (el net zero). Al centrarnos en la conversión de las redes de distribución de gas a hidrógeno, creemos estar un paso más cerca de ese objetivo”.
Ventajas de incluir el hidrógeno en la infraestructura de gas
La incorporación del hidrógeno en la infraestructura de gas permite la integración de la creciente producción de energía renovable intermitente. El sistema eléctrico se enfrentará en un futuro próximo a la vulnerabilidad frente a patrones climáticos inestables, ya que se conectarán a la red grandes volúmenes de renovables.
Con el objetivo de asegurar el suministro en periodos de poca generación renovable, se hacen imprescindibles soluciones de almacenamiento duraderas y a gran escala. En el caso del hidrógeno, son necesarias instalaciones de almacenamiento subterráneas, por lo que la infraestructura de gas existente podría ser la solución para garantizar un suministro de energía fiable.
Peter Kristensen concluye: “En las próximas décadas, el sistema energético europeo se volverá cada vez más dependiente de fuentes de energía no gestionables, con una previsión de capacidad eólica y solar que aumentará a casi 1.000 GW. Las condiciones climáticas cambiantes pueden conducir a una reducción sostenida de la generación de energía eólica y solar. Esto ocurre varias veces al año durante varios días consecutivos, mucho más tiempo del que las baterías pueden proporcionar como respaldomismo, añade que. Para garantizar el suministro continuo de energía durante estos períodos, se necesita una capacidad de almacenamiento a gran escala, que los operadores locales de infraestructura de gas pueden ofrecer”.
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