Malagrava ha podido trasladar la intención del Govern de ser la punta de lanza de esta tecnología en España y en el Mediterráneo y poder así seguir impulsando el cambio de modelo energético y productivo, y ha anunciado que la planta de hidrógeno verde de Lloseta generará la primera molécula de España este 2021.
Malagrava ha expresado: «Lo primero que me gustaría decir es que la planta de hidrógeno situada en Lloseta y que ha sido financiada por la Unión Europea podrá producir hidrógeno renovable este mismo año, y se convertirá en la primera en España y en una isla al sur de Europa».
En este sentido, el director general ha recordado que la planta situada en el centro de Mallorca cuenta «con una subvención directa por parte de la Unión Europea y que conseguirá movilizar casi 50 millones de euros en conjunto. Hablamos de unas cifras importantes para nuestra economía industrial».
Planta de hidrógeno verde en Lloseta
Gracias a esta planta, se generarán 300 toneladas de hidrógeno verde cada año producidas al 100 % a partir de plantas fotovoltaicas y que con esta producción se podrían reducir las emisiones de CO2 hasta 20.700 toneladas al año, «y se daría así un gran paso hacia el cumplimiento de la Ley autonómica de cambio climático y transición energética, así como de lo establecido por la UE y el Acuerdo de París», en palabras del director general.
Malagrava, además, ha indicado que «esta apuesta por el hidrógeno verde es sólo la punta del iceberg de una estrategia que va más allá de la descarbonización y la lucha contra el cambio climático en una economía de monocultivo como las Illes Balears, y que gracias a esta planta Mallorca y las Balears se sitúan en Europa como un referente en innovación en transición energética».
El norte de Europa se recupera más rápido
El representante del Govern ha destacado en este punto que «las estadísticas oficiales aportan la evidencia: las economías del norte, más industrializadas, se recuperan del choque de la COVID más rápido y mejor que las economías basadas en el monocultivo turístico. En este contexto, la conversión de la cementera de Lloseta en planta de producción de hidrógeno, como proyecto estratégico, tiene mucho sentido».
Finalmente, Malagrava ha aseverado que «queremos que las Illes Balears sean un territorio donde la Comisión Europea pueda seguir invirtiendo en proyectos industriales enfocados en la innovación de la transición energética y sean replicables en toda Europa para lograr los objetivos climáticos».
Reubicación de empleados
La planta de hidrógeno verde de Lloseta permitirá recuperar a muchos de los empleados que habían quedado en el paro después del cierre de la antigua cementera que hoy albergará la planta verde de hidrógeno. Además, el empleo se mantendrá en el sector industrial, uno de los sectores que se quiere impulsar desde el Govern para avanzar en la diversificación productiva de la economía de las Illes. «Hablamos de puestos de trabajo cualificados, remunerados por encima de la media del sector, ya que requerirán conocimientos específicos e innovadores relacionados con la producción de energía, su almacenamiento, su transporte y la gestión de los suministros», ha aseverado el director general.
Por otro lado, hay que apuntar que la planta de hidrógeno verde contribuirá a mantener en su territorio más del 70 % de la energía consumida en las Illes Balears, y garantizará la resiliencia ante posibles crisis de suministro. En palabras de Malagrava, «de momento, la producción se destinará, entre otros, al transporte terrestre, pero el futuro es prometedor en cuanto a los usos en el transporte aéreo y el transporte marítimo. También se utilizará el hidrógeno para producir frío y calor para la industria en general, la Administración pública y los establecimientos hoteleros de la isla».