Julio Lloret-Fillol, Alberto Bucci, Arturo Vilavella y Leon Rizzi son los cuatro socios fundadores de Jolt Green Hydrogen Solutions. Se trata de una spin-off surgida del Institut Català d’Investigació Química (ICIQ) de Tarragona. La sociedad, recién constituida, espera llegar a ser un referente en el sector del hidrógeno verde.


El nombre de la empresa ya explica sus intenciones: ofrecer soluciones para la industria del hidrógeno verde. Este mundo está en plena revolución, como demuestran las diferentes startups y pequeñas empresas que están surgiendo.

Para los fundadores de Jolt, el futuro es claro y de lo más esperanzador. Según Julio Lloret-Fillol: “Sólo en España se necesitarán, hasta el año 2030, un millón de electrodos para electrolizadores”.

Es precisamente en los electrodos donde Jolt aplica sus esfuerzos. Se trata de un componente fundamental para los electrolizadores y la joven empresa está centrada en producir, en el plazo de un año, un millar de electrodos al mes.

Electrodos de Jolt

Los electrodos de Jolt tienen un recubrimiento catalítico que han desarrollado en el ICIQ. Según sus creadores, permite: una producción sea mucho más rápida; con menor consumo de energía; y, por tanto, con menores costes que las tecnologías de fabricación actuales.

Además, explican que, con su tecnología, pueden fabricar un electrodo en tan solo quince minutos y con una temperatura de trabajo de 200 grados centígrados. Es decir, todo un avance con respecto al tiempo de cuatro a ocho horas y a los 800 grados que requieren las producciones actuales.

Financiación y producción

Jolt acaba de realizar una primera ronda de inversión en The Collider, la aceleradora de Mobile World Capital Barcelona. Ha conseguido 450.000 euros de Venture Capital (australiano) y Business Angels (chilenos). Con esos fondos van a empezar la fase de industrialización.

Asimismo, confían captar antes de final de año los 1,5 millones de euros necesarios para abrir la planta para producir electrodos. Están buscando ubicación entre Barcelona y Tarragona. La nave industrial, de 2.000 metros cuadrados, les permitirá empezar con la fabricación a mediados de 2023.

Comenzarán con un millar de electrodos al mes en una línea semiautomática. Eso supondría una facturación anual de alrededor de 4 millones de euros. Posteriormente, aproximadamente un año después, esperan alcanzar la plena capacidad de producción con una línea totalmente automatizada y producir unos 15.000 electrodos mensuales.

En esta primera fase industrial necesitarán incorporar una decena de personas. Se sumarán al personal que ya han empezado a contratar para el área de I+D para seguir explorando otras tecnologías de electrolizadores.

La idea, a medio plazo, es llegar a fabricar y comercializar el primer electrolizador catalán. En consecuencia, esperan obtener el apoyo y la complicidad tanto de otras empresas como de las administraciones públicas.

FUENTE: Diari de Tarragona