Cada vez más, el hidrógeno se está posicionando como una fuente de energía viable y baja en emisiones para algunos usos de transporte e industriales. Así, esta fuente de energía podría competir en costes con las demás renovables hacia 2030. La consultora estratégica Bain & Company ha estudiado tres escenarios para el crecimiento del mercado del hidrógeno, teniendo en cuenta sus posibles aplicaciones futuras, su potencial para desempeñar un papel significativo frente a otras alternativas con cero emisiones, su competitividad en costes y la disponibilidad de tecnología y oferta para satisfacer la demanda.

Escenarios para el mercado del hidrógeno

El primer escenario que describe el informe recibe el nombre «Escenario base: una industria integrada.» En él, se supone un mercado global de 300 millones de toneladas métricas (Mtons) hacia 2050 con el potencial de establecer un fondo de ganancias de más de 250 mil millones de dólares (ver gráfico, en color fucsia). Esto representaría un período inicial de crecimiento modesto de 2020 a 2030, con una demanda acelerada posterior. 

En este escenario, la firma asume que la mayoría de las industrias importantes aumentarán su uso de hidrógeno en mayor o menor medida. Por ejemplo, en el transporte, los vehículos eléctricos impulsados por baterías se convertirían en el estándar de los utilitarios, y el hidrógeno desempeñaría un papel relevante en vehículos como camiones pesados, o para aplicaciones específicas donde el hidrógeno tiene una ventaja sobre otras alternativas, por ejemplo, donde las baterías sean demasiado pesadas.

En este supuesto, el transporte y las aplicaciones industriales representarían el 80% de la demanda, y el 20% restante correspondería a energía, calefacción y otros usos. Dado que algunas de estas aplicaciones de alto potencial requieren inversiones significativas en infraestructuras (por ejemplo, estaciones de combustible de hidrógeno para transporte) o cambios en procesos (como reemplazar los altos hornos tradicionales para permitir un proceso directo de reducción de hierro en la producción de acero), las oportunidades a corto plazo estarían en otras aplicaciones industriales o de energía.

El segundo escenario es el de absorción acelerada. Aquí, el hidrógeno jugaría un papel como combustible para la producción de energía o el almacenamiento de energía para las renovables, dependiendo de los planes de descarbonización de las principales empresas eléctricas. Sin embargo, dadas las incertidumbres en la adopción de tecnologías y la competitividad relativa del hidrógeno, la adopción podría ser mucho más lenta.

Por último, el informe propone el escenario de absorción enfocado, que supone una estimación de 185 millones de toneladas para 2050.

Hidrógeno azul y verde en la actualidad

Actualmente, tanto el hidrógeno azul (generado con bajas emisiones de carbono) y el verde (cero emisiones) representan menos del 1% de la producción total. El informe pone de manifiesto la necesidad de avances significativos en tecnología y experiencia para aumentar la competitividad del hidrógeno. Del mismo modo, creen necesario el desarrollo de otras renovables, infraestructura para el transporte y almacenamiento de hidrógeno y el afianzamiento de una base de aplicaciones industriales que fomenten su crecimiento.

Para ello, dan dos claves: aumentar las inversiones públicas para crear las oportunidades iniciales adecuadas y catalizar el crecimiento del mercado hasta que el hidrógeno, azul o verde, pueda ser competitivo a escala.

Fuente: Bain & Company.