Noruega cree y apuesta por el hidrógeno verde, no sólo por cuestión de sostenibilidad, sino también como fuente de oportunidades de negocio para sus empresas. Las inversiones que está realizando podrían situar al país nórdico como “referente mundial en la producción de hidrógeno verde y transporte ecológico”. Además, las empresas noruegas miran hacia España y otros países para materializar sus proyectos.


De hecho, el Fondo Soberano Noruego invierte en miles de empresas de diferentes países. Como ejemplo, y en España: Norges Bank ha invertido casi 10.000 millones de euros únicamente en acciones, y de las 35 empresas del IBEX, tiene participaciones en 34.

Como sabemos, el hidrógeno verde no se produce mediante hidrocarburos contaminantes, como la mayoría del hidrógeno producido actualmente. Se produce a través de la electrolisis del agua cuando se hace uso de energía eólica o solar.

Hasta ahora, el mayor obstáculo a la producción de hidrógeno verde ha sido su alto coste. Sin embargo, un nuevo informe de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA) asegura que el hidrógeno verde podría ser rentable a partir de 2030. Las causas: el abaratamiento progresivo de las energías solar y eólica, con un abaratamiento de entre 40 al 80% en la última década, que se espera continúe; además, según IRENA, el coste de las instalaciones de hidrógeno puede disminuir desde un 40% a corto plazo hasta un 80% a largo plazo.

Noruega y el hidrógeno verde

Con estas circunstancias, el hidrógeno verde podría representar un nuevo impulso hacia los objetivos de sostenibilidad noruegos y mundiales. De hecho, el optimismo ha empujado al ejecutivo noruego a marcarse un objetivo ambicioso que ha reforzado recientemente: reducir las emisiones en al menos un 50 %, y hacia un 55 % para 2030 en comparación con los niveles de 1990; y entre un 90 y un 95 % para el año 2050.

En 2020, Noruega lanzó su propio plan nacional de hidrógeno. Su objetivo: elaborar una estrategia para desarrollar la tecnología que se necesita para su producción y uso generalizado. En consecuencia, el gobierno noruego propuso otorgar 11 millones de euros al programa ENERGIX del Consejo Noruego de Investigación.

El país se propone así vencer los obstáculos económicos, técnicos y logísticos que presenta esta tecnología. De acuerdo con la ministra noruega de Petróleo y Energía, Tina Bru, el hidrógeno verde representa:

“Una historia de esperanza. Una esperanza para un mundo nuevo con bajas emisiones, una esperanza de un cambio disruptivo, una esperanza para una nueva industria y nuevos empleos dentro de un futuro verde”.

España como hub del hidrógeno en el sur de Europa

Las empresas noruegas ven una oportunidad de negocio en la exportación de la tecnología y el know-how necesarios para desarrollar el hidrógeno sostenible. No sorprende pues, que dichas empresas hayan puesto sus ojos en España, un país con gran potencial en el desarrollo de energías renovables.

De hecho, el fabricante noruego de electrolizadores NelIberdrola firmaron recientemente un acuerdo. Juntos desarrollarán electrolizadores de gran tamaño, favoreciendo la cadena de valor de esta tecnología en nuestro país.

Para llevar a cabo este proyecto, Iberdrola se ha unido a la empresa vasca Ingeteam para fundar Iberalyzer. La energética quiere convertirla en el primer fabricante de electrolizadores a gran escala en España. Norges Bank es uno de los accionistas principales de Iberdrola.

Repsol también se ha sumado a la inversión en el hidrógeno, aliándose con grandes energéticas, entre las que se encuentran las noruegas DNV, NEL y Slattland, en un proyecto pionero de hidrógeno verde. El proyecto Deep Purple ha recibido apoyo financiero del Estado noruego a través de Innovation Norway. Persigue utilizar energía eólica para extraer hidrógeno verde el agua marina.

Hidrógeno verde para transporte e industria

La gran versatilidad del elemento más abundante del universo puede ser clave para descarbonizar la economía. Sus posibilidades son muchas en sectores altamente contaminantes, como el transporte y la industria.

La utilización del hidrógeno en las celdas de combustible, particularmente en el sector del transporte, permitirá en el futuro: diversificar el suministro energético; aprovechar los recursos domésticos; reducir la dependencia de la importación de petróleo; y crear enormes oportunidades económicas.

Hoy, donde Noruega realmente ve mayor potencial de creación de valor con el desarrollo del hidrógeno verde es en el sector marítimo. Noruega aspira a convertirse en el líder mundial en tecnología de transporte ecológico marítimo y ya ha comenzado diversos proyectos a tal efecto.

En unos pocos meses, la noruega Norled comenzará a operar un ferry impulsado en un 50% por hidrógeno líquido y un 50% por baterías eléctricas. Además, el gobierno noruego ha anunciado que en la próxima licitación para operar la ruta Bodø-Røst-Værøy-Moskenes, la más larga de Noruega, requerirá ferrys de hidrógeno. No sólo será más limpio el transporte, sino que favorecerá el desarrollo del hidrógeno.

De hecho, a partir del año 2026 sólo se permitirá la entrada a los fiordos a barcos híbridos o eléctricos, sin emisiones. También para este año está previsto que empiece a navegar el primer ferry de gran tamaño propulsado por hidrógeno en la ruta Bergen-Kirkenes.

Las ventajas de Noruega

El Gobierno Noruego es consciente de la importancia y la responsabilidad de los países en la transición hacia la descarbonización. De hecho, la energía hidroeléctrica cubre ya el 60% de las necesidades energéticas noruegas. Y, además, el 98% de la electricidad en el país proviene de fuentes renovables.

Noruega parte con ventaja para el desarrollo del hidrógeno. Entre ellas, que lleva tiempo desarrollando la producción de hidrógeno, tanto verde como fósil. Además, es la nación hidroeléctrica más grande del mundo.

Asimismo, Noruega cuenta con algunas de las empresas más avanzadas en materia de hidrógeno verde, como Nel, Norks H2 o Westcon; y, además, con múltiples centros de investigación con amplia experiencia, como SINTEF o MoZEES, que asesoran a las empresas.

Igualmente, Noruega es pionera en el desarrollo de plataformas sin ánimo de lucro como Hydrogen.no.