Repsol ha presentado las próximas obras del nuevo hub de descarbonización de Bilbao. Estará compuesto por una planta de combustibles sintéticos y un proyecto de valorización de residuos urbanos. El proyecto hará uso de tecnologías de vanguardia para reducir emisiones. Además, incorporará un electrolizador de 10 MW que utilizará energía renovable para producir hidrógeno.


El acto de presentación ha contado con la presencia, entre otros, de: el Consejero Delegado de Repsol, Josu Jon Imaz; el Presidente de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia; el Lehendakari, Iñigo Urkullu; el Diputado General de Bizkaia, Unai Rementeria; y la Consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia.

El Consejero Delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha afirmado:

“El proyecto nos permitirá probar las tecnologías implicadas, que se usarán juntas por primera vez en el mundo aquí, en Bilbao.”

Por su parte, Emiliano López Atxurra, presidente de Petronor, ha dicho:

“Con este proyecto unimos presente, pasado y futuro, porque este puerto es parte de la historia y del presente de Petronor. Ahora también lo es del futuro. La neutralidad tecnológica que abanderamos como guía para una transición energética sostenible e inclusiva tiene su ejemplo hoy aquí”.

Así, Repsol sigue avanzando en su estrategia cero emisiones para 2050, en línea con lo marcado por la UE y por el Gobierno de España. El paquete regulatorio «Fit for 55«, que en 2021 lanzó la Comisión Europea, apoya el despliegue de combustibles de baja huella de carbono producidos: bien a partir de residuos o bien de origen no biológico, como los combustibles sintéticos, que son la base de las plantas presentadas.

Se trata de dos grandes proyectos industriales que se enfocan también en la descarbonización de la economía. Y, además, con gran importancia de cara a mantener la neutralidad tecnológica con alternativas, sostenibles y complementarias entre sí.

Combustibles sintéticos

Repsol cuenta con Saudi Aramco como socio principal de la planta de combustibles sintéticos. Es uno de los proyectos de referencia de la compañía multienergética dentro de su estrategia de transformación industrial.

La planta supone un reto tecnológico de vanguardia: es necesario desarrollar la tecnología para transformar CO2 e hidrógeno en combustibles sintéticos con las mismas propiedades que los combustibles comerciales tradicionales.

En el desarrollo trabaja Repsol Technology Lab, donde un equipo de científicos de ambas compañías está desarrollando la ruta tecnológica. El proceso consta de varias etapas que se encuentran en distintos grados de madurez. Es necesaria su integración y escala para poder implementarlas en la planta demo.

Para alcanzar los objetivos, Repsol y Saudi Aramco han sumado como socios tecnológicos a la compañía británica Johnson Matthey y a la francesa Axens. Estas soluciones tecnológicas se aplicarán conjuntamente por primera vez en la planta de combustibles sintéticos de Bilbao.

EL desarrollo del proyecto permitirá en breve iniciar la construcción, que se prolongará durante dos años. La planta, que será una de las mayores de este tipo, supone una inversión de 103 millones de euros. Con una producción de 2.100 toneladas anuales, proporcionará combustibles sostenibles a coches, camiones, barcos o aviones sin necesidad de realizar modificaciones en los motores. Un paso hacia la descarbonización de sectores como la aviación o el transporte pesado que no tienen en la electrificación una alternativa.

Para alimentar la planta, se utilizará CO2 capturado en Petronor. Además, se instalará un electrolizador de 10 MW que utilizará energía renovable para producir el hidrógeno. Esta instalación, promovida por Repsol, su socio Petronor, el EVE y Enagás, es uno de los proyectos recogidos en el Corredor Vasco del Hidrógeno.

Residuos urbanos

El segundo de los proyectos de descarbonización se orientará a la valorización de residuos urbanos como papel, cartón, plásticos o telas. Estos materiales, una vez finalizada su vida útil, contienen aún una energía que aprovecharse para fabricar productos que necesita la sociedad. Entre ellos, combustibles con baja huella de carbono y otros productos para la industria petroquímica.

Así, se da una segunda vida a residuos que de otro modo acabarían en los vertederos, reduciendo huella medioambiental y contribuyendo a una economía circular. La instalación transformará estos residuos en aceite o gas que se utilizará como sustituto de la materia prima que el Complejo Industrial de Petronor utiliza habitualmente en sus procesos.

Para Repsol, la economía circular es una herramienta clave en su programa de transformación industrial. Permite fabricar productos a partir de residuos de distinta naturaleza.

La compañía está analizando más de 40 tipos de residuos y tecnologías para asegurar la producción de biocombustibles avanzados y materiales petroquímicos circulares. Entre las nuevas plantas que ya ha anunciado, se encuentra la Ecoplanta. Situada en Tarragona, producirá 240.000 toneladas anuales de metanol para su uso en biocombustibles y materiales circulares.