Repsol ha presentado los resultados de la compañía de 2023. El resultado neto fue un 25,5% inferior (3.168 M€) y el ajustado un -26% (5.011 M€) en un entorno macroeconómico incierto y volátil. Invertirá entre 16.000 y 19.000 M€ en cuatro años y destinará más del 35% a iniciativas bajas en carbono. La Península Ibérica representará el 60% de las inversiones previstas y EEUU, el 25%.


Para el negocio industrial, las inversiones netas serán de entre 5.500 y 6.800 millones de euros. Se destinarán a mantener las instalaciones entre las más avanzadas del mundo y desarrollar iniciativas bajas en carbono. Eso sí, condicionadas a la evolución del marco regulatorio y fiscal en España.

Una de las claves de la estrategia de descarbonización de la compañía se encuentra en la evolución de los siete complejos industriales en polos multienergéticos. Son activos que garantizan el suministro energético y apoyan el mantenimiento de más de 6.500 puestos de trabajo directos.

La cifra de inversiones se prevé entre 2024 y 2027 para mantener a la vanguardia estas instalaciones. Pero también para desarrollar productos de bajas emisiones, como los combustibles renovables, el hidrógeno renovable y el biometano.

Productos de bajas emisiones

Estas iniciativas requerirán de inversiones netas en un rango de entre 2.000 y 3.000 M€, condicionadas a la evolución del marco regulatorio y fiscal español. Adicionalmente, 500 millones de euros se invertirán en descarbonizar activos convencionales. Se alcanzará al final del periodo una reducción de emisiones de 1,6 millones de toneladas de CO2.

Explican desde Repsol:

“Los combustibles renovables se fabrican a partir de residuos orgánicos (como aceites de cocina usados o biomasa) o combinando hidrógeno renovable y CO2 capturado. Su huella de carbono es cero o muy cercana a cero y, por tanto, son una solución rápida, inclusiva y eficiente en costes para la descarbonización del transporte (coches, camiones, aviones y barcos). Además, para el procesado de estas materias primas de origen renovable se aprovechan instalaciones industriales y logísticas ya existentes”.

En este sentido, el próximo hito de Repsol es la puesta en marcha de la planta de biocombustibles avanzados de Cartagena antes de acabar febrero. Esta instalación pionera, en la que se han invertido 250 millones de euros, sin subvenciones, producirá 250.000 toneladas de combustible renovable al año. Además, permitirá evitar la emisión de 900.000 toneladas de CO2 anuales. Es el equivalente a poner en las carreteras 400.000 vehículos eléctricos, el actual parque de coches enchufables en España.

A la nueva planta de Cartagena se sumará en 2025 una segunda en Puertollano. Tras una inversión de 120 millones de euros, se reconvertirá una de las unidades del complejo industrial y producirá 240.000 toneladas de combustibles renovables. Repsol también prevé replicar este modelo en un tercer centro industrial en España antes del año 2030.

Biometano e hidrógeno renovables

El biometano y el hidrógeno renovable serán también importantes para la descarbonización de los complejos industriales de Repsol. Se utilizarán como materia prima para producir combustibles renovables y otros productos descarbonizados.

La compañía, la mayor productora y consumidora de hidrógeno de la Península, prevé alcanzar una producción equivalente de hasta 700 MW en 2027. Y un máximo de 2.400 MW en 2030. Para ello, instalará electrolizadores en sus cinco centros industriales de España.

En 2023, Repsol puso en marcha su primer electrolizador, de 2,5 MW, situado en su refinería de Petronor (Vizcaya).

En biometano, se prevé alcanzar entre 1,3TWh y 1,5TWh en 2027.

Según indican desde Repsol, su objetivo es:

“Alcanzar una capacidad total de producción de combustibles renovables, incluyendo hidrógeno renovable y biometano, de entre 1,5 y 1,7 millones de toneladas en 2027 y hasta 2,7 millones en 2030 en la Península Ibérica y en Estados Unidos, y liderar el mercado de este tipo de combustibles”.

Como parte de su estrategia, Repsol se ha aliado con socios para asegurarse el acceso a la tecnología y a las materias primas necesarias. Además de su plataforma en la Península Ibérica, Repsol explora oportunidades para desarrollar iniciativas industriales bajas en carbono en otros mercados atractivos, como Estados Unidos.

Resultados de Repsol en 2023

Según explica la compañía, su Actualización Estratégica 2024-2027:

“Profundiza en una transición energética rentable, que prioriza las inversiones en el actual portafolio integrado de activos de calidad y en iniciativas bajas en carbono, una atractiva retribución al accionista y el mantenimiento de la fortaleza financiera”.

Repsol ha aumentado un 30% el dividendo en efectivo en 2024. Concretamente, hasta los 0,9 euros por acción (1.095 M€ en total). Además, se compromete a incrementarlo un 3% anual. Es decir, que va a distribuir 4.600 M€ en el periodo 2024-2027.

Esta retribución se completa con recompras de acciones de hasta 5.400 millones de euros, en el entorno esperado de precios. Así, destinará hasta 10.000 millones de euros a remunerar a los accionistas durante los próximos cuatro años. Este objetivo es equivalente a distribuir entre un 25%-35% del flujo de caja de las operaciones.

Además, el Consejo de Administración aprobó ayer un nuevo programa de recompra de 35 millones de acciones. El objetivo es amortizar 40 millones de acciones antes de que finalice julio de 2024.

Para la retribución a los más de 520.000 accionistas hasta 2027 y las inversiones previstas, Repsol se apoyará en la generación de flujo de caja operativa. Ascenderá hasta los 29.000 millones de euros en el conjunto de los cuatro años. Pero también se sustentará en un bajo nivel de endeudamiento de la compañía. Se cifra en 2.096 millones de euros a 31 de diciembre de 2023 (6,7% sobre el capital empleado).

Declaraciones

Según ha explicado Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol:

“Durante los próximos cuatro años mantendremos la misma estrategia que en nuestro plan anterior para afrontar la transición energética y apostaremos por todas las energías que satisfagan las necesidades de nuestros clientes. Estamos convencidos de que esta aproximación, en la que la descarbonización es una oportunidad atractiva para crear valor, crecer y ser rentables, es la más adecuada para nosotros”.

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