La Autoridad de Reforma Ferroviaria de Rumanía (RRA) ha anunciado la cancelación de una licitación para la adquisición de doce trenes eléctricos con pila de combustible de hidrógeno. La adopción de soluciones de movilidad sin emisiones no avanza al mismo ritmo en todos los países de la Unión Europea.

Valorada en un total de 174 millones de euros, el proceso de licitación se canceló de forma automática al no recibir ninguna oferta por parte de operadores ferrovarios. Ya en febrero de 2023, la subasta se canceló por primera vez tras no conseguir atraer ninguna oferta, y posteriormente, en noviembre, se rechazó una oferta presentada por el consorcio formado por Alstom y la filial rumana de Linde Gas, al no cumplir algunas de las condiciones de la licitación. 

Según informa la RRA, los fabricantes de trenes propulsados por hidrógeno son reacios a participar en la licitación como consecuencia de los ajustados plazos de implementación que exigen las autoridades. También critican el proceso de licitación los representantes de la industria, que apuntan que los requisitos de documentación técnica no pueden ser cumplidos por ningún fabricante actualmente.

Tras este nuevo varapalo a la llegada de trenes de hidrógeno al país europeo, la RRA iniciará nuevas consultas de mercado a fin de determinar una estrategia de futuro para poder conseguir los 12 trenes propulsados por hidrógeno.

El hidrogeno verde en Rumanía

Hasta la fecha, la producción de hidrógeno verde en Rumanía se considera una opción complementaria en el proceso de descarbonización de la actividad económica e industrial. Se trata de un país fuertemente atado todavía a las importaciones de combustibles fósiles para sus actividades.

Según un informe de ICEX, el desarrollo a medio plazo de una infraestructura de producción de hidrógeno verde en Rumanía va a depender de tres factores importantes. En primer lugar, su ritmo se desarrollará al de la estrategia que adopten las autoridades nacionales. También será importante el estado de la tecnología de producción. Por último y, como factor más importante, el precio de producción del hidrógeno verde será decisivo para su desarrollo. 

En función del ritmo de implementación de tecnologías de hidrógeno, el gas renovable se irá destinando a industrias de difícil descarbonización como la industria química, la siderurgia y los sistemas centralizados de calefacción.

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