Investigadores de la Universidad de la Isla del Príncipe Eduardo (UPEI) de Canadá han dado con nuevas fórmulas para producir hidrógeno. En la investigación se han incluido desechos de cáscara de patata. Buscan métodos para generar hidrógeno a partir de desechos y sustituir los combustibles fósiles. La UPEI, precisamente, se encuentra en una zona de alta producción de patata.
Yulin Hu, profesora asistente de la Facultad de Ingeniería de Diseño Sostenible, es una de las investigadoras del proyecto. Especialmente, la idea de usar los desechos de patata ha despertado un gran interés.
Según ha explicado la profesora Hu:
«Siempre siento que el desafío climático es un gran problema y la mayoría de las emisiones de CO2 provienen de combustibles fósiles.
Pero los combustibles fósiles se utilizan mucho en nuestra vida diaria. Así que una de las soluciones para nosotros es que pudiéramos utilizar parte de la biomasa de bajo desperdicio de nuestra vida diaria y luego poder reemplazar los productos elaborados con combustibles fósiles».
La profesora, al llegar a la universidad, comenzó a buscar productos de desecho locales. Eso incluía las patatas y la especie invasora de tunicados que está afectando a la producción de mejillón local.
Añade Hu:
«Comencé a darme cuenta de que la industria de la patata es una parte muy importante de la provincia, y cuando se procesa la patata se generan muchos desechos.
Así que comenzamos a hacer la simulación del uso de los desechos de patata para producir hidrógeno. Y los resultados de la simulación pueden decirnos que en realidad los desechos son realmente prometedores».
El proyecto ha recibido una financiación de 142.500 dólares durante cinco años del Consejo de Ingeniería y Ciencias Naturales de Canadá (NSERC).
La subvención financiará el paso de la simulación a la construcción de una máquina que realmente probará los desechos de patata como fuente de combustible. Así lo ha asegurado Yulin Hu. Ya han encargado el equipo para el laboratorio y esperan realizar la primera prueba el próximo año.
Como ejemplo, la profesora habló de Cavendish Farms. Allí se descompone el carbono de los desechos de patatas para producir biogás. El biocombustible alimenta las calderas de las cercanas instalaciones de producción de patatas fritas de la empresa. Además, Cavendish Farm lleva utilizando los desechos de patatas para alimentar las instalaciones de alevines desde hace 10 años.
Pero la profesora señala que el hidrógeno podría utilizarse en la zona para otras muchas cosas. Entre ellas, para producir fertilizantes para la agricultura. Incluso para combustible de automóviles y de otros tipos de transporte.
Hu dijo que hay un par de proyectos más que utilizan productos de desecho encontrados en la isla. Al respecto, explicó:
«Un proyecto que se está llevando a cabo en mi laboratorio es convertir el serrín en un absorbente de CO2».
Asimismo:
«Otro proyecto es sintetizar los desechos de tunicado. El tunicado es un problema [al que se enfrenta] nuestra industria del mejillón en PEI. Así que tomamos los desechos de tunicado y los convertimos en biofertilizantes».
Y:
«Así que, en general, estamos tratando de convertir todos los diferentes tipos de residuos orgánicos, especialmente centrándonos en PEI, y luego convertirlos en un producto que potencialmente podría beneficiar a la provincia».
FUENTE: CBC News.
IMÁGENES: UPEI y DepositPhotos.
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