El alcalde de Valencia, el presidente de BP España, entre otros, se han reunido en la ciudad del Turia para analizar futuros proyectos de hidrógeno. Entre otros, el incremento del hidrógeno verde para los autobuses urbanos. Este plan se alinea con la estrategia del consistorio valenciano para la descarbonización.


El alcalde, Joan Ribó, y el presidente de BP España, Andrés Guevara, han mantenido una reunión tras la que el ayuntamiento ha emitido un comunicado. Concretamente, Ribó ha señalado que esta iniciativa se enmarca en:

«La voluntad de introducir en València mecanismos de descarbonización y de aprovechamiento de la economía circular».

Además, desde la administración han explicado que el proyecto de BP está orientado:

«A garantizar la producción de hidrógeno verde de manera masiva mediante su colaboración con el Ayuntamiento de València».

Asimismo, ha señalado el alcalde:

«Hemos tenido hoy una reunión con directivos de la refinería de BP Castellón con la voluntad de introducir en València mecanismos de descarbonización basados en varios aspectos fundamentales.

Y sobre estos últimos, ha añadido que, por un lado:

«Se ha planteado la posibilidad de utilizar los residuos orgánicos que en estos momentos se recogen en la ciudad para su aprovechamiento en la economía circular, para producir hidrógeno».

Joan Ribó ha confiado en que la medida permita tener:

«Un depósito de hidrógeno para probar su utilización en el puerto o en autobuses urbanos».

Eso permitiría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes nocivos para la salud humana. Además, desde el ayuntamiento han destacado que Valencia ha sido:

“La ciudad española que más ha reducido sus índices de contaminación en los últimos años».

Valencia y el hidrógeno verde

La administración local está analizando cómo producir hidrógeno verde a partir de los residuos orgánicos depositados en los contenedores marrones de basura. En esa línea, ha finalizado hace unas semanas la introducción de este contenedor de residuos orgánicos en todos sus barrios y distritos.

Al respecto, ha añadido el consistorio que se pueden depositar restos de alimentos, plantas y celulosa:

“Con un tratamiento adecuado se pueden reconvertir en abono orgánico o en biogases como hidrógeno, con usos en la industria y el transporte».

Con respecto a esto, el hidrógeno verde generado a partir de la basura orgánica reduce la emisión de CO2. Además, avanza hacia un modelo de economía circular que reutiliza los residuos, no genera desechos y crea energías limpias.

Desde el consistorio afirman que Valencia quiere ser «una ciudad climáticamente neutra en 2030«. En ese contexto, y de cara a lograr el objetivo propuesto:

«Participan 70 entidades adheridas que se han declarado embajadoras de la misión y se encuentran activamente comprometidas con su desarrollo».

FUENTE: Valencia Plaza.

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